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Las demandas se presentan esta semana al Supremo

Las demandas contra la inscripción de Sortu como nuevo partido político en el registro del Ministerio del Interior se presentarán previsiblemente esta semana, cuando concluye el plazo de 20 días para presentar la impugnación. Tanto el abogado general del Estado, Joaquín de Fuentes Bardají, como el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, centrarán sus respectivos escritos en la idea de que Sortu es un partido que pretende continuar o suceder a la ilegalizada Batasuna, y que, a pesar de rechazar el uso de la violencia, la formación está "al servicio" de la estrategia marcada por ETA. Para hoy se espera el nuevo informe complementario de la Guardia Civil, con el que se acabarán de redactar las demandas.

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Las denuncias, que deberá resolver la Sala Especial del artículo 61 del Tribunal Supremo, presentan más dificultades que en el caso de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB), el partido que intentaron inscribir para los comicios de 2007, ya que los promotores de Sortu han puesto buen cuidado en evitar los motivos que la vez anterior dieron lugar a la denegación de la inscripción: no aparece por ninguna parte el término "Batasuna"; se ha procurado que sus promotores no tengan conexión con el partido ilegalizado; y como punto fundamental, se incluye el "rechazo" a la violencia, incluso la de ETA, en tanto que ASB se limitó a enunciar "el respeto a los principios democráticos y al pluralismo (...) empleando para ello, exclusivamente, vías pacíficas y democráticas".

Al servicio de ETA

El principal problema radica en si, subsistiendo ETA, esa mera declaración formal o táctica es suficiente para inscribir a Sortu. Que se sepa, por ahora no hay un elemento probatorio de una conexión como la de ETA-Batasuna, ni nada que permita demostrar una determinada línea estratégica. Otra cosa es que de la suma de indicios encontrados se pueda deducir esa conexión, y eso lleve al Supremo a denegar la inscripción.

Los informes advierten también de que Batasuna está preparando candidaturas "independientemente de Sortu", es decir, de forma complementaria al nuevo partido, en previsión de que no sea inscrito, como sucedió con ASB en 2007. En ese sentido, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ya ha advertido a EA y Alternatiba, que mantienen su propósito de componer una oferta electoral junto a la izquierda abertzale, de que si dentro de sus listas "hay personas claramente procedentes del mundo del partido ilegalizado", el Gobierno pedirá que se investiguen.

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