El desalojo de una casa ocupada en Sabadell acaba en batalla campal

El desalojo de un centro social, conocido como La Calamarsa, en la calle Convent de Sabadell, un municipio del área metropolitana de Barcelona, acabó ayer con un enfrentamiento entre los Mossos d'Esquadra y los jóvenes okupas. No hubo detenidos, pero la refriega se saldó, según fuentes del hospital de Sabadell, con siete heridos leves.

Los mossos se presentaron hacia las 6.30 en La Calamarsa con una orden judicial del Juzgado número 2 de Sabadell. En aquel momento no había nadie, porque el edificio no se utiliza como vivienda sino que es un centro donde los okupas organizan diferentes talleres y actividades. Pero el dispositivo, siete furgonetas y cuatro vehículos, no pasó desapercibido. A las 9.00 ya se habían concentrado 30 personas en protesta por el desalojo. Media hora después, se produjo el primer rifirrafe cuando los jóvenes bloquearon el paso de una furgoneta y los agentes los apartaron.

La carga policial empezó un poco más tarde. Según los mossos, "poco antes de las once de la mañana se permitió a algunas personas entrar para recoger sus pertinencias" y, mientras esto ocurría, "otro grupo empezó a dar empujones al cordón policial para acceder colectivamente, por la fuerza y sin autorización al interior". Los agentes de la policía autonómica "expulsaron" a los jóvenes y éstos, según la versión policial, "se mostraron muy agresivos, lanzando piedras y maderas de las obras que se están realizando en la plaza", que está justo enfrente del edificio.

La versión de los jóvenes difiere bastante. Jaume, portavoz de los okupas, tras hablar con el juez, dijo: "Conseguimos que los mossos me dejaran entrar para recoger algunas pertenencias, entonces pedí ayuda, dieron permiso para que entrara otra compañera, pero alguien dio un empujón y empezaron los golpes". Los okupas criticaron "las múltiples provocaciones y varias cargas con sus correspondientes heridos a causa de las porras".

Unos 50 jóvenes se concentraron en la plaza del Ayuntamiento de Sabadell a última hora de la tarde e iniciaron una manifestación pacífica por las calles de la ciudad. Los okupas se dirigieron hacia el centro social desalojado. Observados de lejos por los Mossos d'Esquadra, algunos de los jóvenes dieron patadas a las puertas del inmueble con la intención de recuperar el espacio desalojado. Ayudados con palos, consiguieron entrar y leyeron un manifiesto. Al poco tiempo, decidieron abandonar La Calamarsa, ya definitivamente y por propia voluntad.

Con la orden del juez, ayer mismo empezaron los trabajos de la demolición del edificio, que es de propiedad privada y llevaba ocupado tres años. No obstante, según el Ayuntamiento, por el momento "no hay ninguna actuación urbanística prevista" en el lugar de la batalla campal.