Diez detenidos en Barcelona vinculados a grupos islamistas

Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer en dos pisos de Barcelona a diez ciudadanos de origen paquistaní por su presunta vinculación con grupos radicales islamistas. Lo que comenzó con una investigación por un caso de falsificación de tarjetas de crédito desembocó en una trama más compleja que, según fuentes policiales, podría llevar hasta "fuentes de financiación de grupos islamistas establecidos en Europa".

Con todas las reservas posibles, los Mossos d'Esquadra consideran que "existen indicios claros" de que el dinero obtenido en España a través de la falsificación de tarjetas de crédito habría podido ser enviado fuera del país para financiar las actividades de diferentes grupos radicales de signo islamista.

La actuación policial de ayer fue ordenada por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno y comenzó a las 5.30 de la madrugada, con la entrada de los Mossos d'Esquadra a dos pisos de los distritos de Ciutat Vella y Nou Barris de Barcelona, en los que detuvieron a los diez ciudadanos de origen paquistaní. La operación tuvo lugar dos semanas después de que los Mossos d'Esquadra detuvieran a 26 personas acusadas de haber duplicado y falsificado miles de tarjetas de crédito de clientes de restaurantes catalanes. La mayor parte de las víctimas de esta banda eran turistas extranjeros.

Según la policía autonómica, los detenidos ayer formarían parte del mismo grupo, que habría llegado a obtener cerca de 18.000 euros diarios con la falsificación de tarjetas bancarias. En los pisos registrados la policía halló, además de tarjetas falsificadas, pasaportes falsos y dinero en efectivo, algunos vídeos y libros de temática religiosa y sobre la figura del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

Fuentes de la investigación advirtieron, sin embargo, que este material puede comprarse en cualquier librería, con lo que no quisieron relacionar este hallazgo con la supuesta vinculación de los detenidos con grupos radicales. En la tarde de ayer, los Mossos d'Esquadra, en coordinación con especialistas del Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, seguían visionando los vídeos y revisando el material confiscado para hallar nuevas pistas sobre el entorno de los detenidos.

Los mossos también encontraron en el piso, oculta tras un cuadro, una tarjeta informática cuyo contenido se está analizando.

Un portavoz de la policía autonómica catalana explicó ayer que los detenidos "en ningún caso eran una célula de Al Qaeda, sino un grupo de delincuencia organizada que podría haber dado apoyo logístico y económico a grupos radicales islámicos". La consejera de Interior de la Generalitat, Montserrat Tura, aseguró a este diario que los Mossos d'Esquadra informaron al resto de cuerpos policiales sobre la operación y que también el Ministerio del Interior estuvo al corriente de ella en todo momento y negó que se hubiera producido malestar institucional a raíz de la iniciativa de los mossos.

Aunque todavía no se conoce la identidad de ninguno de los detenidos sí se sabe que la única acusación formal que pesa sobre ellos por ahora es la de falsificación de documentos, con lo que se les considera delincuentes comunes. Asimismo, se está comprobando si alguno de los detenidos, todos ellos hombres, tiene alguna orden de busca y captura internacional. Mientras esto no se confirme, el Conseller en cap de la Generalitat, Josep Bargalló, pidió que se respete la presunción de inocencia de los detenidos.