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El ejemplo de Maragall

El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que produce pérdida de memoria hasta la despersonalización, y durante mucho tiempo ha sido poco menos que un estigma social. El hecho de que algunas personalidades con gran notoriedad hagan público que la sufren, como en octubre pasado hizo el ex presidente de la Generalitat Pasqual Maragall, contribuye a impulsar la investigación para hacerle frente y a normalizarla socialmente.

A veces la detección se produce en etapas incipientes de la enfermedad, como fue el caso de Maragall, pero no siempre es así. En el caso de Solé Tura, que tiene 77 años, se inició en torno al año 2000. En otros, como el del ex presidente de Estados Unidos Ronald Reagan, el diagnóstico se hizo en un estadio ya más avanzado. En España, el ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez dejó de poder tener actividad pública a causa de una demencia cuyo rápido desarrollo no le dio oportunidad ni siquiera de hacerla pública.

La decisión de no ocultar que sufren alguna enfermedad grave ha sido tomada en las últimas décadas por figuras del espectáculo y la política. Uno de los primeros en hacerlo, en 1984, fue el actor Rock Hudson, quien reveló que padecía sida en un gesto que sirvió como ejemplo.

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