El embajador de EE UU en Madrid pide apoyo para la disidencia cubana

El embajador de EE UU en España, Alan D. Solomont, aseguró ayer que "sería una vergüenza" que los países democráticos, como España, no prestaran atención a los disidentes cubanos ni defendieran el respeto a los derechos humanos ante las autoridades de la isla. Aunque evitó criticar la política conciliadora de Madrid hacia La Habana, admitió que Washington "no está decepcionado" por el escaso éxito de la iniciativa española para modificar la Posición Común de la UE sobre Cuba.

En un desayuno multitudinario organizado por Europa Press, Solomont aseguró que existe en el seno del régimen castrista una lucha entre los partidarios de la política de "mano dura" y los que abogan por "una mano incluso más dura" y se mostró pesimista sobre la posibilidad de que la presión internacional consiga que el Gobierno ceda ante la huelga de hambre del disidente Guillermo Fariñas. "Desgraciadamente no hay pruebas de que se esté ablandando", afirmó. Al contrario, la respuesta "bastante estridente" de Raúl Castro demuestra, a su juicio, que "se están enrocando".