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El empresario gaditano sufrió maltrato psicológico en los 16 días de secuestro, según la Policía

La policía detiene a nueve personas relacionadas con el cautiverio entre lellos dos hombres juzgados por el 'caso Arny'

Rafael Ávila, el empresario de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) liberado ayer por la policía tras 16 días de secuestro, sufrió un grave maltrato psicológico durante su cautiverio, durante el que estuvo siempre atado, incluso de noche. La Policía Nacional ha detenido a todos los implicados en este secuestro con móvil económico. En total son nueve personas, entre las que se encuentra el primo de Rajoy, Raúl Brey, y dos hombres que fueron juzgados por el caso Arny.

El jefe de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), Angel Galán, ha explicado que éste ha sido el secuestro más difícil de los últimos 20 años, hasta el punto que durante una semana pensaron que el empresario había sido ejecutado. Y ha criticado las filtraciones a la prensa lo que ha provocado, según el jefe de UDEV, que varios de los implicados estén en paradero desconocido.

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El chalet, que estaba alquilado por los secuestradores, contaba con importantes medidas de seguridad, lo que dificultó la entrada de los Geos que liberaron ayer al empresario. Galán ha definido al presunto cabecilla de la banda, Luis Rodríguez Pueyo, como un estafador conocido con antecedentes por secuestro en 1990 y que utilizaba el nombre de su hermano ya fallecido para todas sus transacciones económicas, lo que ha dificultado su identificación.

Relación con el 'caso Arny'

Según ha informado hoy la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil, nueve personas han sido arrestadas en relación con este secuestro, dos de ellas en Almonte (Huelva), dos más en Sevilla, cuatro en Madrid y uno en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Entre ellos se encuentran Raúl Brey, primo del presidente del PP Mariano Rajoy, y dos personas que fueron juzgados en el caso Arny de corrupción de menores.

El pasado 2 de junio, Rafael Ávila se dirigía a recoger su vehículo al salir de su trabajo cuando fue asaltado por al menos tres personas. Una de ellas le agarró por la espalda y le obligó a introducirse en una furgoneta blanca sin ventanas. Al día siguiente, los familiares del empresario comunicaron su desaparición en extrañas circunstancias e informaron de que habían recibido varias llamadas solicitando un rescate de 10 millones de euros, cantidad que se fijó finalmente en dos millones de euros y que debían ser entregados ayer, por lo que la Policía activó el protocolo nacional de secuestros. Especialistas del Grupo de Secuestros y Extorsiones y un equipo de negociadores se hicieron cargo de las investigaciones.

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