"El estallido del 3%
"Ustedes tienen un problema que se llama tres por ciento", le espetó el entonces presidente Pasqual Maragall al líder de la oposición, Artur Mas, de CiU, el 24 febrero de 2005.
La acusación cayó como una bomba en el Parlamento autónomo, en una sesión del control al Gobierno particularmente tensa porque el mismo día se habían pedido dimisiones por el hundimiento del túnel del metro en el barrio del Carmel.
Mas tomó la palabra inmediatamente para exigir a Maragall que retirara sus palabras y le advirtió de que, si no lo hacía, CiU no colaboraría para nada con el Gobierno, lo que significaba abortar la reforma del Estatuto de Autonomía. "Sabe que nuestro grupo estaba dispuesto a colaborar, a hacer cosas conjuntamente con ustedes, pero ahora mismo acaba de mandar esta legislatura a hacer puñetas y ha roto la confianza", le dijo.
Maragall rectificó. "Accedo a su demanda, porque Cataluña tiene ante sí cosas muy importantes que hacer", respondió.
La contrarréplica de Mas fue ésta: "Su rectificación no le humilla. Pero si tienen pruebas vayan a los tribunales".