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Análisis:ANÁLISIS
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Los facilitadores

Uno de los aspectos que han pasado más inadvertidos de la sonada presentación de los estatutos de nuevo partido de la izquierda abertzale, Sortu, el 7 de febrero en el Euskaduna de Bilbao, fue la organización del acto. No corrió a cargo de la izquierda abertzale. Lo organizaron, y presentaron a Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin, los integrantes de la asociación ciudadana por la paz Lokarri ("Lo que une"), independiente de los partidos, cuyo objetivo es la paz en el País Vasco, y desconocida fuera de esta comunidad.

Fueron también ellos quienes pusieron la infraestructura para que el facilitador internacional -que no mediador-, el abogado sudafricano Brian Currin, presentara ayer en Bilbao el Grupo Internacional de Contacto, cuyo objetivo es "asistir al logro de la paz y la normalización política en el País Vasco".

Currin y Lokarri iniciaron su colaboración en septiembre de 2009
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Los mediadores se centran en lograr la legalización de Sortu

La historia empezó a germinar en septiembre de 2009. Currin, que mantenía contactos con la izquierda abertzale desde la tregua de ETA de 2006, de la que fue asesor, avisó al coordinador de Lokarri, Paul Ríos, de que se abría una nueva oportunidad de cambio en lo que había sido el brazo político de la banda y nuevas expectativas de un final de la violencia etarra.

Durante años, Lokarri, procedente de Elkarri, nacida en 1992, se había dedicado a fomentar la convivencia entre grupos distintos en un País Vasco, dividido por la violencia. El éxito que le granjeó prestigio exterior se produjo en 1995 al reunir, por vez primera, a todos los partidos vascos en unas jornadas por la paz, celebradas en el Hotel Carlton de Bilbao.

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En estos meses, desde la sombra, Lokarri ha puesto la infraestructura de Currin en Euskadi mientras el abogado surafircano, asesor de Batasuna, trabajaba en facilitar la tregua de ETA siguiendo las pautas de sus históricos clientes.

Su papel, en esta nueva etapa, es más polémico. Los gobiernos central y vasco han rechazado su pretendido papel de mediador con ETA. Pero Currin, en estos meses, ya ha calibrado que la situación vasca no es la de Irlanda ni la de Sudáfrica, en cuyos procesos de paz participó. No sólo los gobiernos. También los partidos vascos con los que ha hablado -todos, salvo el PP- y Lokarri le han ayudado a poner los piés en el suelo.

Así, el Grupo Internacional de Contacto de Currin ayer no se presentó en Bilbao como mediador, sino como facilitador. No planteó ninguna exigencia al Gobierno, como en la Declaración de Bruselas de marzo de 2010. Tampoco una mesa de partidos con la izquierda abertzale, que la mayoría de ellos se han anticipado a descartar.

Ayer fijó su terreno de juego: facilitar con su respaldo internacional la legalización de Sortu, la nueva marca de la izquierda abertzale, y la flexibilización de la política penitenciaria en la medida en que ETA profundice en el fin de la violencia.

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