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Catástrofe aérea en Madrid | La investigación

Dos fallos de potencia en los MD-80 desde 2004

El modelo de Boeing sufrió dos de los 10 accidentes más graves de 2007

Los McDonnell Douglas de la serie 80, a la que pertenecía el MD-82 que se estrelló el pasado miércoles en la T-4 de Barajas, han sufrido seis incidentes desde 2004 que han sido investigados o se están investigando aún por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), dependiente de Fomento. Al menos dos de ellos tuvieron que ver con pérdidas de potencia del aparato, según los informes finales y preliminares que ese organismo ha realizado hasta el momento. Ninguno causó víctimas mortales, aunque sí daños en el avión y algunas lesiones menores.

La serie es de las más seguras, con 0,24 accidentes por millón de horas de vuelo
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La incidencia de mayor relevancia -19 heridos leves durante la evacuación-, tuvo lugar el 21 de julio de 2004, cuando un MD-83 que había despegado de Alicante con destino a Palma de Mallorca, "notó una pérdida de potencia en el motor izquierdo" cuando se encontraba a unos 3.500 pies de altitud (1.066 metros), según la información preliminar de la CIAIAC. La tripulación indicó al comandante que habían escuchado un estampido. El piloto decidió volver a Alicante y tuvo que aterrizar de emergencia con sólo un motor. El aparato tomó tierra de forma correcta en condiciones bastante complicadas. "La torre de control les notificó que tenían fuego en la turbina izquierda", refleja el informe de Aviación Civil, que recuerda cómo los bomberos tuvieron que evacuar el avión y "aplicar espuma" sobre el motor incendiado.

Otro de los episodios investigados por Fomento, muy similar a lo relatado por algunos supervivientes del vuelo siniestrado el miércoles pero sin sus trágicas consecuencias, se produjo el 5 de junio de 2007 cuando un MD-83 se disponía a despegar desde el aeropuerto de Lanzarote hacia Barcelona, después de una escala de una hora en la isla tras otro trayecto desde Madrid. "Durante la carrera de despegue, la tripulación observó que tenían un problema de aceleración", explica el informe provisional. "Nada más realizar la rotación, la aeronave se desestabilizó, produciéndose posteriormente alabeos muy pronunciados". El documento explica cómo se activó el aviso de pérdida, que informa de que la aerodinámica no es la correcta durante el vuelo, pero "la tripulación logró controlar la aeronave y ascender hasta 5.000 pies (1.524 metros)". El piloto aterrizó de nuevo mediante aproximación visual. El aterrizaje se produjo con total normalidad y sin que el avión, ni ninguno de los pasajeros o tripulantes sufriera daño alguno.

El resto de sucesos investigados no tuvieron lugar en el momento del despegue o en los inmediatamente posteriores a éste, sino en el del aterrizaje o durante el vuelo. Uno de ellos fue un impacto brusco de un MD-83 contra una pista del aeropuerto de Asturias en el momento de tomar tierra debido a un descenso súbito durante la maniobra el 23 de enero de 2005. "El avión volvió al aire alabeando ligeramente a la derecha", dice la información preliminar. El piloto consiguió nivelar el avión y posarlo en tierra, pero permaneció varios días en el hospital por el aplastamiento de una vértebra. El resto de ocupantes del avión resultó ileso.

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Los modelos de la serie MD-80, fabricados por Boeing, protagonizaron, además dos de los diez siniestros aéreos más graves de 2007 -que se saldaron con un total de 147 víctimas mortales-, según el fabricante, aunque estos aviones se encuentran entre los más seguros con 0,27 accidentes por cada millón de horas de vuelo o un siniestro por cada 2,4 millones de horas de vuelo, según Spanair.

El primero de ellos se produjo en Phuket (Tailandia), el 16 de septiembre de ese año. El avión, de la compañía tailandesa One-Two-Go Airlines se salió de la pista durante el aterrizaje en medio de un enorme aguacero y fuertes vientos racheados. Noventa de sus 130 ocupantes fallecieron, según estadísticas de Boeing. En el segundo siniestro, protagonizado por un MD-83 de la compañía turca Atlatsjet, los 57 viajeros perdieron la vida. El avión se estrelló en un terreno montañoso al iniciar la aproximación al aeropuerto de destino en Esparta (Turquía).

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