El fiscal apoya la extradición de un piloto de los 'vuelos de la muerte'
A la espera de que los jueces decidan mañana si regresará a Buenos Aires, el fiscal de la Audiencia Nacional accedió ayer a la extradición solicitada por las autoridades de Argentina de Julio Alberto Poch, el piloto acusado de haber tripulado varios de los llamados vuelos de la muerte, en los que oficiales de la marina lanzaban desde los aviones al mar a detenidos durante la dictadura de Videla entre 1976 y 1983. Las víctimas fueron drogadas y torturadas en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA).
Poch, de 57 años, permanece en prisión incondicional en España y se ha negado a ser entregado a su país de origen. Tampoco ha reconocido ni su participación en los crímenes ni el pilotaje de aviones sobre la desembocadura del Río de la Plata, desde donde se arrojaban los cuerpos.
El piloto fue detenido el 22 de septiembre en el aeropuerto de Manises (Valencia) cuando iba a Amsterdam.
