El fiscal general asegura que están muy avanzados los datos para ilegalizar ANV

La ilegalización de ANV, el grupo para el que Batasuna pidió el voto en las últimas elecciones municipales, concentró ayer la agenda política. Entre declaraciones y cruces de opiniones sobre lo que finalmente sucederá, fue el fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, quien lo dejó más claro: las investigaciones que la Fiscalía está llevando a cabo "permanentemente" para determinar si existe alguna relación entre ANV y ETA, que podrían derivar en su ilegalización, "están muy avanzadas".

Según explicó ayer en Granada, existe un procedimiento abierto en el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional, que dirige Baltasar Garzón, quien "permanentemente recibe informes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado" y de "todos aquellos elementos" que puedan marcar "una relación entre este partido político y las fuerzas ilegalizadas y, concretamente, con el terrorismo", informó Efe.

Dentro de ese procedimiento, que "está muy avanzado", se puede acordar la posible suspensión del partido. Conde-Pumpido recordó que la Fiscalía también mantiene abierto su propio expediente, y "cada elemento va reforzando la posible demanda que se pueda presentar algún día".

El Gobierno, que ya ha adelantado su voluntad de que ANV no concurra en las elecciones generales si no condena el último asesinato de ETA, trabaja en la perspectiva de la ilegalización. Pero el Ejecutivo, según se analizó ayer en la reunión habitual de los lunes en La Moncloa, quiere que la Abogacía del Estado se cargue de razones jurídicas antes de promover la ilegalización.

"Ni un minuto"

En medio de una gran tensión social y enfrentamientos en varias concentraciones unitarias contra ETA, el PP decidió ayer aumentar la presión para que esa ilegalización se produzca de manera inmediata. "El Gobierno no debe esperar ni un minuto", se lee en el argumentario distribuido por este partido entre todos sus dirigentes y que sirve para darles criterios para sus intervenciones públicas.

El Rey instó anoche a "redoblar los esfuerzos para acabar con el terrorismo desde la unidad de los demócratas, la eficaz acción de la justicia y la abnegada labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad". Fue en el brindis de la cena de gala ofrecida a la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal.

Ayer se produjo una evidente división entre las estrategias de los grupos de víctimas más cercanos al PP y críticos con el PSOE (AVT y Foro Ermua) y la dirección del principal partido de la oposición. Mientras el PP ha decidido acudir a la concentración unitaria de hoy, AVT y Foro Ermua no lo harán. Recién llegado de una concentración silenciosa en la que personas que se identificaron como simpatizantes de la AVT increparon a los socialistas, Ángel Acebes señaló que el PP "nunca está a favor de ningún insulto", aunque evitó cualquier mínimo desmarque de la AVT. Según dijo, su partido respeta cualquier decisión de las víctimas, a las que respalda "digan lo que digan", incluso cuando critican al PP (por ejemplo cuando Mariano Rajoy no acudió a la última protesta de la AVT).

Desde el PSOE, su secretario de Organización, José Blanco, avanzó en la línea de una posible ilegalización de ANV. "Al no condenar el atentado, la situación de ANV es peor que ayer desde la persepectiva de una posible ilegalización", señaló.

Pero ayer el PSOE estaba empeñado en no abrir fisuras con el PP. Durante la mañana se reunió la Comisión Ejecutiva Federal y su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, remachó la tesis de que la unidad de los partidos, y desde luego con el PP, es un valor extraordinario que hay que tratar de mantener aunque sea al final de la legislatura. No obstante, hubo intervenciones escépticas respecto a si el PP mantendrá mucho tiempo un discurso unitario y dejará de usar el terrorismo en su labor de oposición.

Zapatero no acudirá finalmente a la concentración de hoy con el argumento de que es una convocatoria de partidos: él quiere sentar el criterio de que el Gobierno no va a manifestaciones, y de hecho tampoco acudió a la que hubo tras el atentado de Barajas. Sí estarán en la marcha los socialistas Jesús Caldera y Carme Chacón, no en calidad de ministros sino de miembros de la Ejecutiva del PSOE. El PP no confirmó anoche si Rajoy irá.