15 años de prisión por un asalto violento a un piso

Los colombianos Luis Hernán López Holguín, de 29 años, y Carlos Enrique Macías Villamizar, de 44, acusados de un asalto violento a una casa del barrio del Pilar de Madrid, han aceptado esta mañana en el juicio en la Audiencia Provincial una condena de 15 años de prisión al reconocer de forma íntegra los delitos que se les imputaba, entre ellos tres de detención ilegal al secuestrar y golpear a los moradores de la vivienda.

El fiscal los acusaba de un delito de robo con violencia e intimidación en casa habitada, otro de lesiones y tres delitos de detención ilegal, además de tenencia ilícita de armas y tráfico de estupefacientes, lo que suma una condena de 27 años y medio. El ministerio público cree que concurren en el caso las agravantes de uso de disfraz (al ponerse pasamontañas y bragas militares para evitar su identificación) y de abuso de superioridad, por lo que se incrementan las penas. También solicita el pago de 14.400 euros a las víctimas por los daños físicos y morales causados y una multa de 37.500 euros, según el escrito.

Aunque la petición del fiscal era más alta, el tribunal les impondrá finalmente una condena de 15 años al pactarse la condena en ejecución de sentencia en la triple de la pena máxima por los tres delitos de detención ilegal, que serían cinco años de prisión. López y Macías se encuentran en prisión provisional comunicada y sin fianza desde el 18 de febrero de 2010. Tras reconocer los hechos, las partes han renunciado a la prueba testifical en la que estaba prevista la declaración de varios agentes, así como la prueba pericial. Al concluir la vista, una de las víctimas ha asegurado que está "satisfecha" con el resultado del juicio, puesto que se les condenará a 15 años y, cuando salgan, se los expulsará del país. "Nunca se me olvidarán sus ojos. Ahora podemos estar tranquilos porque cuando cumplan la condena se irán del país", ha indicado aliviada, informa Europa Press.

Ambos, que actuaron con otros dos compinches, iban encapuchados y armados con pistolas y cuchillos, según el escrito del ministerio público. Los hechos ocurrieron a las 23.00 del 3 de febrero de 2010 cuando acudieron a un edificio de viviendas del camino de Ganapanes (Fuencarral-El Pardo). Se encontraron con un vecino que llegaba en ese momento a su domicilio en coche. Los acusados y sus compinches le obligaron a que les diera todo el dinero y las llaves del vehículo y de su casa. La víctima opuso resistencia.

Los atacantes la emprendieron a golpes y patadas hasta que uno de ellos le dio varias descargas con una pistola eléctrica. Después le ataron los pies y las manos con cinta de embalar y le metieron en el maletero de su coche, tras robarle los objetos de valor (unas gafas de sol y otras graduadas, el teléfono móvil y 180 euros en efectivo), según el escrito de la fiscalía. El herido sufrió heridas y lesiones en la cabeza y la cara, además de una fractura del tabique nasal, según recoge el informe forense.

Los atacantes subieron a la vivienda de la víctima, donde se encontraba su compañera sentimental y los dos hijos de ella, de 5 y 15 años. Obligaron a la mujer a que le dieran todos los objetos de valor, "mientras propinaban diversos puñetazos al hijo de 15 años". "Acto seguido los acusados inmovilizaron a la mujer y a su hijo, ya que la hija menor se encontraba dormida, atándoles de pies y manos y tapándoles la boca con cinta adhesiva de embalar", explica el fiscal en su escrito de acusación.

Los ladrones se apropiaron de dos teléfonos móviles, un ordenador portátil, una cámara de vídeo, diversas joyas y 200 euros en efectivo, entre otros objetos. "A continuación los acusados abandonaron la vivienda y avisaron por teléfono al otro individuo que estaba custodiando a la primera víctima para que igualmente se marchase del lugar. Dejaron atados de pies y manos y amordazados a las cuatro personas. Al cabo de media hora consiguieron liberarse y avisar a la Policía Nacional", resume el fiscal en su escrito.

Unos 10 días después, la Policía Nacional detuvo a los dos acusados en la calle de Esteban Arteaga (Carabanchel), donde encontraron una balanza de precisión. Eso hizo sospechar a los agentes que los detenidos también podían dedicarse al narcotráfico. En el registro encontraron más de 300 gramos de cocaína de gran pureza oculta en la parte superior de la caja de una persiana. También hallaron tres pistolas (dos de ellas de fogueo modificadas), una de las cuales tenía adosado un silenciador. También recuperaron un pasamontañas, guantes y la pistola eléctrica utilizada en el asalto. Esta tenía capacidad para producir descargas eléctricas de hasta 600.000 voltios de tensión. En su poder estaban los dos teléfonos móviles de las víctimas del asalto: un Nokia y un Samsung, según el fiscal.