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La fiscalía pide el archivo del 'chivatazo' a ETA en el bar Faisán

Considera agotada la investigación porque no puede determinar quién informó de la operación contra la red de extorsión que se iba a producir en un local de Irún

La fiscalía considera agotada la investigación de la filtración de información conocida como el chivatazo de una operación contra la red de extorsión de ETA que se iba a llevar a cabo en el bar Faisán de Irún (Guipúzcoa). Como no se ha podido acreditar la participación de ninguna persona en los hechos, la fiscalía pide el sobreseimiento provisional de la causa.

El proceso se reabriría si hubiera nuevas pruebas que permitieran imputar a alguno de los sospechosos de la comisión del delito. La causa fue secreta hasta ayer, después de que el supuesto receptor del chivatazo, el propietario del bar Faisán de Irún, Joseba Elosúa, no consiguiera identificar a la persona que le advirtió el 4 de mayo de 2006 de que estaba preparándose una operación contra el aparato de extorsión de la organización terrorista durante la última tregua.

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La fiscalía pide el sobreseimiento provisional del 'chivatazo' a ETA

La investigación, abierta hace tres años, ha tratado de determinar quién entregó al supuesto jefe de la trama de extorsión de ETA un móvil con el que se le informó de que estaba siendo seguido por su implicación en el cobro del impuesto revolucionario.

Las intervenciones telefónicas, declaraciones de decenas de testigos e interrogatorios a mandos policiales, incluido el ex director general de la Policía Víctor García Hidalgo, no han permitido alcanzar resultados concluyentes, según explica la fiscalía. Sólo el análisis de las llamadas telefónicas permite construir una "hipótesis incriminatoria" que apunta al entonces Jefe Superior de Policía del País Vasco y a un inspector de la Brigada de Información de Alava como origen de la filtración, pero que ésta no es suficiente "para sustentar una tesis acusatoria", informa Efe.

El fiscal explica que esa hipótesis se apoya "en la concatenación de llamadas que, el día anterior y el mismo día de la filtración, se producen" entre la responsable de la Sección de Análisis de la Brigada de Información de San Sebastián, el Jefe Superior de Policía del País Vasco, el director general de la Policía y un inspector de la Brigada de Información de Alava. De todas ellas, la más importante es la que se produjo poco después de las once de la mañana del 4 de mayo, "de la que son interlocutores el Jefe Superior de Policía del País Vasco (llamante) y el inspector de Vitoria (llamado)".

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