Un forense asegura que las lesiones de Mattin Sarasola son "compatibles" con una detención violenta
Los guardias civiles que arrestaron a dos de los etarras acusados de volar la T-4 se enfrentan a un juicio por torturas.- Portu realizó las llamadas de aviso
La tercera sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra los tres presuntos terrorista de ETA acusados del atentado contra la T-4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006 se ha centrado en las acusaciones de tortura y malos tratos que Igor Portu y Mattin Sarasola han lanzado contra los guardias civiles que les custodiaron tras su detención. Ayer, tanto los agentes como el letrado que asistió a Sarasola negaron estos hechos y los enmarcaron dentro de una "detención violenta", algo que hoy ha ratificado el forense del tribunal que asistió a los etarras, informa Manuel Altozano.
El médico ha testificado que las lesiones que presentaba Sarasola son "compatibles" con las propias de una detención violenta. Según ha declarado, reconoció al terrorista en cinco ocasiones, cuatro de ellas en la dirección general de la Guardia Civil donde estuvo retenido tras su arresto y la quinta en la propia Audiencia, cuando pasó a disposición judicial.
El testigo ha asegurado que el día posterior a su detención le realizó el primer examen. Aquél 7 de enero de 2008 el detenido presentaba lesiones a nivel cutáneo, en concreto hematomas y contusiones en el cuerpo derecho. El propio Sarasola le confesó, según ha declarado, que la detención había sido violenta. Preguntado sobre si le relató cómo ocurrieron exactamente los hechos, el testigo ha asegurado que no.
El detenido también dijo al forense que en los siguientes días que estuvo con la Guardia Civil el trato fue correcto. El médico ha confirmado que Sarasola presentaba la típica ansiedad que produce la situación de incomunicación en que se encontraba.
En los siguientes reconocimientos, según la versión del forense, no había lesiones nuevas.
Cuatro guardias denunciados
La Fiscalía de Guipúzcoa acusa de torturas a cuatro de los 15 guardias civiles procesados por maltratar a los presuntos autores del atentado de la T-4 de Barajas, los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, quienes consideran responsables de torturas a todos estos agentes, que participaron en su detención y traslado.
En su escrito de acusación provisional, el Ministerio Público, que también imputa una falta de lesiones a otros seis agentes, destaca que los policías actuaron "conmocionados" por el asesinato de los guardias José Fernando Centeno y Fernando Trapero perpetrado por ETA en Capbreton (Francia) tan sólo unas semanas antes de la captura de Portu y Sarasola.
Llamada de aviso
También han declarado los expertos de la Guardia Civil que analizaron las llamadas a los bomberos de Madrid, la DYA de San Sebastián y SOS DEIAK con las que la banda avisó de la colocación de los explosivos en el aparcamiento del aeropuerto madrileño. Los agentes aseguraron que tras comparar esas llamadas con las voces de los supuestos autores del atentado llegaron a la conclusión de que su autor fue Igor Portu "con una probabilidad del 98%".
Posteriormente ha llegado el turno de los expertos grafológicos que investigaron la autoría de los papeles manuscritos con números de teléfono de los bomberos de Madrid a los que se llamó para dar aviso. El primero era un folio doblado que Portu llevaba en su cartera. El segundo, una nota adhesiva encontrada en el domicilio de Mikel San Sebastián.
Los peritos han confirmado que la escritura de ambos documentos correspondía a la de cada uno de los terroristas.
