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Un hombre mata en Toledo a su madre, su esposa y uno de sus hijos y luego se suicida

El presunto agresor ha dejado malheridas a otras dos hijas a las que ha atacado con un hacha

Un hombre mató presuntamente la pasada madrugada a su madre, esposa e hijo en El Real de San Vicente (Toledo), viajó posteriormente a la cercana localidad de Talavera de la Reina y dejó malheridas con un hacha a otras dos hijas antes de quitarse la vida, ha informado la Delegación del Gobierno en Castilla La Mancha.

El presunto parricida, de 59 años, Gregorio R.R., terminó primero con la vida de su mujer, identificada como J.C.I. y de 62 años, despúes con la su madre, S.R.A., 91 años, y su hijo, D.R.C., 27. Luego se trasladó a Talavera, a 25 kilómetros, y dejó malheridas a sus dos hijas E.R.C. y M.R.C, de 25 y 22 años. El trágico suceso culminó con el suicidio del agresor, que se arrojó a la calle desde el balcón de la vivienda de sus dos últimas víctimas.

La policía localizó a las 7 de la mañana al presunto homicida tendido muerto en una calle de Talavera de la Reina con signos de haber sido atropellado. Posteriormente los agentes descubrieron que el hombre se había lanzado al vacío desde un noveno piso donde encontraron a dos chicas heridas, hijas del fallecido. La de mayor edad ha sido ingresada en el hospital Nuestra Señora de Prado en estado de observación con heridas leves y la menor ha sido trasladada al hospital Virgen de la Salud de Toledo capital para una intervención de neurocirugía, han informado fuentes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). Estas fuentes han señalado que la chica se encuentra en estado de shock y no recuerda los hechos. La investigación llevó a los agentes hasta el domicilio del presunto agresor en El Real de San Vicente, donde encontraron los cadáveres de la esposa del fallecido, su madre y un hijo.

"Toda la vida luchando por su familia"

Guardia Civil y Policía Nacional investigan los hechos, de los que se ha hecho cargo el Juzgado número 4 de Talavera de la Reina, que ha decretado el secreto de sumario. El alcalde de El Real de San Vicente, Antonio Rubio García, ha convocado un pleno extraordinario para analizar el suceso, mientras entre los vecinos se ha apoderado una mezcla de conmoción y estupor. Muchos de ellos se han concretado espontáneamente en la plaza del pueblo y han comentado que no dan crédito a lo ocurrido puesto que el presunto parricida "llevaba toda la vida luchando por su familia", conocida como los culebros, a la que trataba "muy bien" y con la que estaba volcado. Además, han recordado que éste también cuidó durante años a una hermana que tenía enferma, que murió el pasado verano y que dejó su vivienda a las otras dos hijas, heridas en este suceso.

Una de estas dos hijas, la mayor, también padece problemas depresivos, según han revelado los vecinos, que han recordado que el hombre estaba prejubilado, había sido conductor de autobús y era habitual verle haciendo la compra. Por su parte, el hijo había trabajado en una carnicería y en un taller de reparación, pero llevaba meses sin trabajar a consecuencia de las depresiones que padecía.

El Real de San Vicente es un pequeño municipio de la Comarca de Sierra de San Vicente, con una población de 991 habitantes, a 120 kilómetros de Madrid y a 76 de Toledo. Este fin de semana estaba prevista la celebración de los carnavales, pero han sido suspendidos tras conocerse el suceso.

El parricidio múltiple cometido hoy en la provincia de Toledo puede ser considerado uno de los más trágicos ocurrido en España en este siglo. Desde el año 2000 se han producido alrededor de 80 casos en los que los homicidas terminan quitándose la vida, y en circunstancias de lo más diversas. Desde hijos con problemas psiquiátricos o de drogas que han acabado con la vida de alguno de sus progenitores antes de hacerlo con la propia, a adultos que acabaron con la vida de un familiar que sufría daños físicos irreversibles, como el alzheimer. Los más extendidos son los ligados a la violencia doméstica, en el que los hombres matan a sus mujeres o ex parejas, y luego acaban también con la vida de hijos comunes.

EFE

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