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La inspección ve "censurable" la actitud de Fungairiño, pero archiva una queja

El jefe de la Inspección Fiscal, Rafael Valero Oltra, ha decretado el archivo de una queja contra el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, por su actitud ante la comisión de investigación del 11-M, pese a que el decreto de archivo reconoce que el fiscal mantuvo un "comportamiento en todo caso censurable desde el punto vista de la necesaria cortesía institucional". El decreto reconoce además que el fiscal jefe Antiterrorista "no estaba diciendo la verdad" sobre la fecha en que tuvo conocimiento de la existencia de la furgoneta utilizada por los terroristas en Alcalá de Henares, de la que Fungairiño dijo que se había enterado esa misma mañana por las intervenciones de los diputados.

El decreto del fiscal inspector responde a una queja formulada por José Renato Nunes da Silva en nombre de la asociación gallega Movemento polos dereitos civís, según la cual o Fungairiño "actuó con negligencia al desconocer hechos fundamentales de la investigación, o mintió a la comisión de investigación del Congreso".

Según las consideraciones del fiscal inspector, "debe excluirse" que Fungairiño desconociese la existencia de la furgoneta hasta el mismo día de su comparecencia en el Congreso, ya que el propio compareciente manifestó haber recibido "información puntual de la instrucción de la causa desde el día de su apertura" por la fiscal adscrita al caso, además de que el 18 de junio solicitó la desclasificación de determinadas actuaciones sumariales "que implicaban necesariamente el conocimiento de la existencia de aquella furgoneta".

Sobre si Fungairiño mintió a la comisión, "es obvio", prosigue el inspector, que "no estaba diciendo la verdad sobre la fecha de conocimiento de la existencia de la furgoneta". Sin embargo, para Valero Oltra, "aunque tal hecho pudiera ser intrínsecamente merecedor de reproche, éste no podría hacerse derivar de la ocultación a la comisión de una información que aquélla tenía el derecho de conocer y el compareciente la obligación de dar".

"Ironía implícita"

Para el jefe de la Inspección, "tal reproche sólo puede vincularse a la ironía implícita en la respuesta a una pregunta no sólo ya contestada por el compareciente, sino de dominio público a través de los medios de comunicación, desde el mismo momento del hallazgo de la furgoneta". El fiscal concluye que el comportamiento de Fungairiño fue "censurable desde el punto de vista de la necesaria cortesía institucional", pero "no alcanza magnitud suficiente para acarrear consecuencias en el orden disciplinario".

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El decreto del jefe de la Inspección está fechado el pasado 30 de julio, aunque Nunes da Silva manifestó a este periódico que lo recibió ayer. Esta resolución es independiente de la que en su día dé el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, a los grupos parlamentarios que en su día denunciaron la actitud "displicente" y "obstruccionista" de Fungairiño.

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