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La izquierda 'abertzale' y EA eluden exigir a ETA que deje las armas

El manifiesto conjunto en el Aberri Eguna da otro paso hacia el polo soberanista

"Hoy damos comienzo entre miles y miles de personas a la creación de una ola imparable por la independencia", frente a la "imposición" de "la españolidad y la francesidad". Esa afirmación, contenida en el manifiesto leído por el dirigente del sindicato abertzale LAB Txutxi Ariznabarreta y la ausencia de todo atisbo de llamada al abandono de las armas por ETA, fueron lo más relevante de la celebración del primer Aberri Eguna conjunto de Eusko Alkartasuna (EA), que renunció a su propio festejo por primera vez en sus 25 años de existencia, y la izquierda abertzale ilegalizada.

El cobijo formal lo dio la plataforma Independentistak y fue posible pese a que el secretario general de EA, Pello Urizar, admitió que su partido "esperaba más" del comunicado difundido ayer por ETA. En el acto intervino también el ex consejero del Gobierno vasco Ramón Labayen, miembro del PNV, cuyo partido tenía su propia celebración a la misma hora en Bilbao.

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EA se volcó absolutamente: acudieron su ejecutiva nacional y las direcciones provinciales, alcaldes, concejales y parlamentarios del País Vasco y Navarra. Se trata de un paso de gran significación en la apuesta por una progresiva unidad de acción abertzale, aunque sea sólo con el radicalismo aún vinculado a ETA, ya que Aralar realizó su propio acto la víspera, con presencia de una delegación de ERC. EA hizo una nueva demostración de su fe en que, en un momento u otro, la banda terrorista desaparecerá y dejará vía libre a la formación de un polo soberanista. Así, sus dirigentes preferían ayer quedarse con la promesa de ETA de pronunciarse más adelante sobre la nueva llamada de mediadores internacionales.

Resaltó la ausencia del primer lehendakari del Estatuto de Gernika y fundador de EA, Carlos Garaikoetxea, que en sus últimas intervenciones muestra una reserva notable hacia esta apuesta de su partido. Sí estuvo en la comida popular, ya sólo de los suyos.

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Al acto acudieron varios miles de personas procedentes de dos marchas, una con inicio en Hendaya y la otra en Irún, cuyas cabeceras se unieron en la frontera hispano-francesa, en el centro del puente internacional de Santiago. Dirigentes de EA, entre ellos Rafael Larreina y Maiorga Ramírez, saludaron a representantes de la ilegalizada Batasuna, entre otros Rufi Etxebarria y Jone Goirizelaia, y luego avanzaron juntos. No hubo símbolos partidistas y los gritos se limitaron a la reclamación de independencia y amnistía.

La portavoz de la izquierda abertzale, Miren Legorburu, proclamó el inicio de "una nueva fase" de "acumulación de fuerzas independentistas" en busca de "un Estado propio", mientras Pello Urizar destacó la capacidad de "las vías exclusivamente políticas y democráticas" para "ilusionar a una parte importante de la sociedad vasca".

Cabecera de la manifestación que arrancó en Irún.
Cabecera de la manifestación que arrancó en Irún.JAVIER HERNÁNDEZ

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