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La izquierda 'abertzale' busca que ETA anuncie en junio el cese de la violencia

Intentará que la banda asuma con pronunciamientos escalonados su apuesta por las "vías pacíficas y políticas", y si no se desmarcará de los terroristas

Luis R. Aizpeolea

La izquierda abertzale pretende hacer de este mes de junio un hito en su apuesta por "las vías políticas y pacíficas". Además, busca desplazar a ETA como vanguardia del movimiento independentista vasco. A través de una serie de pronunciamientos escalonados en las próximas semanas, la izquierda abertzale intenta que, al final, ETA le secunde con una declaración de cese de la violencia este verano, según fuentes próximas a la izquierda abertzale. En caso de que ésta no se produzca, la izquierda abertzale se reafirmará como vanguardia del movimiento soberanista con una apuesta inequívoca por "vías pacíficas".

El sindicato LAB, cuyo ex secretario general Rafael Díez Usabiaga es uno de los líderes de la izquierda abertzale, tiene previsto dar la señal de salida de esta nueva fase mañana en el Pabellón Anaitasuna de Pamplona. En un acto crítico con la reforma laboral que prepara el Gobierno de Rodríguez Zapatero y de reafirmación independentista, los líderes del sindicato abertzale insistirán en que la única vía para alcanzar sus objetivos es política y sin violencia.

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Tras este acto están previstos pronunciamientos posteriores de la izquierda abertzale este mismo mes, más rotundos, cuyo colofón tratan de que sea una declaración de cese de la violencia de ETA, aseguran fuentes de la izquierda abertzale.

Esta nueva iniciativa de la izquierda abertzale empezó con la declaración de Alsasua, en noviembre de 2009, que le sirvió para presentar su proyecto independentista en ausencia de violencia. Tras el respaldo a la propuesta de Alsasua por las bases de la izquierda abertzale, en un proceso asambleario que culminó en febrero, cuatro premios Nobel por la paz (irlandeses y surafricanos) reclamaron a ETA en Bruselas un mes después una tregua permanente. Semanas más tarde, la izquierda abertzale, en un acto en Pamplona, reprochaba a ETA ser un obstáculo para el logro de sus objetivos políticos, y le pedía que secundara la petición de los premios Nobel.

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La izquierda abertzale pretende ahora afianzar su apuesta por las vías políticas y pacíficas para ganar credibilidad ante la sociedad vasca y la comunidad internacional, desengañadas por procesos anteriores que acabaron en fracaso. El arma de convicción con la que cuenta es demostrar que la vanguardia del movimiento independentista es ella y no ETA, que fue la causa por la que se malograron los intentos anteriores.

Además de tratar de ganar credibilidad, su objetivo es ganar más apoyo internacional. A través de su asesor surafricano Brian Currin ha logrado el apoyo de cuatro premios Nobel. Ahora pretende ampliar su respaldo en EE UU y dentro de la Unión Europea.

A la vez, la izquierda abertzale trata de consolidar apoyos entre los partidos independentistas vascos, como Eusko Alkartasuna y Aralar. Sus relaciones con EA están muy afianzadas, y es posible que este mes se haga público su colaboración política.

Para todo ello, la izquierda abertzale pretende visualizar que el terrorismo ha desaparecido y, en el caso de que un sector de ETA lo mantenga, ya ha decidido desmarcarse con un pronunciamiento claro. Aún no está contrastada la posición definitiva de la banda terrorista. Hay dos hechos: lleva sin atentar desde agosto pasado y se sabe que hay un debate interno y un sector decidido a dejar definitivamente la violencia. Los dirigentes de la izquierda abertzale están trabajando en esa dirección.

Al contrario que en procesos anteriores, la izquierda abertzale ni se ha planteado ni se plantea una negociación previa con el Gobierno. Pero sí pretende hacerlo al final del camino, una vez que se constate el final del terrorismo. El objetivo de esta negociación se limitaría a abordar el problema de los presos y exiliados de ETA.

La izquierda abertzale insiste en que su apuesta por las vías políticas y pacíficas es irreversible, y que no responde a criterios tácticos como lograr la legalidad para presentarse a las elecciones municipales de 2011.

El Ministerio del Interior no termina de fiarse sin embargo de los planes de la izquierda abertzale, y solo admitirá su legalización en el caso de que ETA desaparezca definitivamente o, en su defecto, la izquierda abertzale rompa con ella.

Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga (primeros por la izquierda), en una marcha en Bilbao.
Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga (primeros por la izquierda), en una marcha en Bilbao.L. ALBERTO GARCÍA

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