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El juez de la Audiencia Nacional sólo autorizó a la policía el registro de dos casas de Leganés

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Carlos Bueren, autorizó en la madrugada del lunes, con el apoyo de la fiscal Ana M. Mejía, el registro de las dos casas de Leganés que fueron asaltadas por la policía, tras recibir un amplio informe del Ministerio del Interior sobre "serios indicios" del paradero del secuestrado Emiliano Revilla. El juzgado ha abierto diligencias por la actuación de los GEO, y ya ha tomado declaración al agente que disparó contra Sofía González y al jefe del grupo. Testimonios de antiguos secuestrados por ETA dieron credibilidad a los indicios.

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La fiscal precisé que no fue aplicada la ley antiterrorista. Fuentes judiciales resaltaron, a este respecto, la eventual ilegalidad de la operación, ya que la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que es la, que entonces debió aplicarse, indica en su artículo 566 que el mandamiento judicial para entrar en un domicilio debe ser comunicado a su inquilino, lo que obviamente no se realizó.Fuentes policiales han explicado que "todos los datos que se poseían apuntaban a que se iba a realizar una acción con éxito para liberar al empresario Revilla". Fuentes del Ministerio del Interior reconocieron que la operación ha sido un rotundo fracaso por la precipitación de los servicios de información, que dirigen los comisarios Manuel Ballesteros y Jesús Martínez Torres, deseosos de obtener un éxito policial y golpear duramente a la organización terrorista ETA en Madrid antes de que se libere al empresario. El Ministerio del Interior informó ayer oficialmente que la fuente informante que facilitó los datos es solvente y que todavía puede ser aprovechada, puntualizando que no fue un informador espontáneo, sino una persona fiable.

'Cárcel del pueblo'

En el pub asaltado por los GEO había un gran sótano, una trampilla y una habitación de unos 20 metros, tapiada, que indujo a la policía a creer que podría tratarse de la cárcel del pueblo donde estaría secuestrado Revilla. La habitación del edificio había sido cegada y hormigonada por exigencias de la construcción, hecho que no fue comprobado por los servicios de información. Sin embargo, la policía, que en un primer momento intentó abrir un boquete en uno de sus tabiques desistió de ello al percibir que habían cometido un error.

La descripción del lugar coincidía con la que dio uno de los hombres secuestrados por ETA Los ruidos que el hombre creyó percibir podían coincidir con el sonido de una bolera instalada en el pub asaltado. Asimismo se había visto por las cercanías un coche sospechoso que, junto con el hecho de que una de las viviendas no estuviera ocupada, abonó las sospechas.

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La celeridad con la que se preparó el dispositivo impidió que la policía averiguara que en una de las viviendas vivían tres niños, y que precisamente horas antes de su actuación se había estado celebrando el cuarto cumpleaños de la hija de la herida, al que acudieron varios amigos de la empresa automovilística en la que trabaja el padre.

Los responsables del Ministerio del Interior avisaron al juez y a la fiscal del caso sobre la 1.45 del lunes para informarles sobre sus indicios. La Brigada Central de Información había recibido los supuestos "serios indicios" pocas horas antes. A las dos de la madrugada del lunes, el juez y la fiscal Regaban al juzgado, donde un motorista les entregó el informe señalando los indicios por los que el Ministerio del Interior solicitaba el mandamiento judicial para la intervención.

El informe de la fiscal Ana M. Mejía fue positivo y el juez Carlos Bueren autorizó el registro de los dos domicilios con esos indicios, aunque para uno de los edificios tan sólo se aprobó la entrada en uno de los pisos del pub. Una vez acabada la operación, el juez y la fiscal fueron avisados desde un teléfono del pub y se trasladaron al lugar de los hechos, donde comprobaron los efectos del asalto y se entrevistaron, con los damnificados. La Audiencia Nacional pedirá que el caso sea trasladado a Leganés, puesto que finalmente nada tiene que ver con el caso Revilla, que ellos instruyen.

Por otra parte, el periodista Jesús Álvarez, yerno de Emiliano Revilla, dijo a Efe: "La policía hace lo que puede. Está visto queel secuestro está torcido. Esperamos que la próxima acción policial tenga más éxito y sea más fructífera".

Manifestación

Unas 2.000 personas se manifestaron anoche en Leganés contra la operación policial, informa Ana Roldán. La marcha, organizada por entidades vecinales, partidos políticos y sindicatos de izquierda, iba encabezada por una pancarta con el lema "Solidaridad con los vecinos, dimisión de Barrionuevo".

En la manifestación se corearon gritos contra el ministro del Interior y la policía. Entre los asistentes se encontraban la familia González al completo, los dirigentes comunistas Enrique Curiel, Isabel Villalonga y otros representantes políticos regionales y locales. La otra familia no salió en ningún momento de su domicilio.

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