_
_
_
_
_
Cerco judicial al ex presidente balear

Un juez que se estrenó con el 'caso Calvià'

El instructor no pertenece a ninguna asociación judicial

José Castro es "el juez valiente" al que algunos comparan con los héroes peliculeros encarnados por Bruce Willis. Otros critican de Castro, no adscrito a ninguna asociación judicial, su afán de protagonismo, pero es apreciado por policías y compañeros. Respetado y temido, recibe elogios de los abogados por "su afán de averiguar la verdad", y críticas por su estilo populista y su forma de instruir. Él sólo admite una causa ajena a la justicia: el Real Madrid. Y pide al periodista que le llame Pepe y le tutee.

El juez dejó escrito ayer en un auto judicial el perfil corrupto de Jaume Matas, ex presidente balear y ministro de Aznar.

Castro, que sólo comparte con Matas la afición a un equipo de fútbol, pudo escuchar durante cuatro meses las conversaciones de teléfono del ex presidente balear. El juez había ordenado intervenir las comunicaciones de Matas y descubrió así sus presuntas maniobras para construir pruebas falsas y manipular a testigos. Tras 15 horas de interrogatorio y tres días de reflexión, Castro ordenó ayer prisión para Matas sólo eludible con una fianza de tres millones de euros.

Más información
El juez hunde a Matas con un auto de prisión en el que ridiculiza su defensa
El juez investiga si Matas oculta dinero en el extranjero

El "juez valiente" José Castro Aragón, de 64 años, nació en Córdoba y tiene tres hijos (dos abogados y un procurador). Antes de juez fue funcionario de prisiones. Está destinado en Palma desde 1983, vive en un barrio marinero frente a la bahía, le gustan los coches descapotables y fue un apasionado de las motos. Deportista, tras un susto por estrés ahora se decanta por la bicicleta, incluso para ir al trabajo a veces. Con fama de infatigable entre policías y guardias civiles, el juez Castro se arremanga y asiste a registros a deshoras, bien sea en el avispero del nido de la droga de Son Banya o pisando moqueta para buscar una caja fuerte en el palacete de Matas en Nochebuena.

En 1992 se estrenó en corrupción política con el caso Calvià (el intento de soborno a un edil del PSOE por cargos del PP). Y fue el primero en investigar la supuesta corrupción en torno a Unió Mallorquina.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_