_
_
_
_
_

La juez imputa a la ex consejera de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha por el incendio de Guadalajara

En el siniestro, acaecido en julio de 2005, murieron 11 personas y ardieron 13.000 hectáreas

La juez instructora del incendio en la provincia de Guadalajara en el que murieron once personas de un retén y ardieron cerca de 13.000 hectáreas en julio de 2005, María del Mar Lorenzo, ha imputado a la entonces consejera de Medio Ambiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo, "por un presunto delito de incendio forestal e imprudencia grave".

Según una providencia dictada hoy por el Juzgado de Instrucción de Sigüenza, Arévalo -que dimitió dos días después del incendio- ha sido llamada a declarar el 30 de junio a las 10.00. Es la imputada número 28 en este caso.

En la imputación, según el texto de la providencia, se considera que existen indicios "racionales", y los cargos son "por un presunto delito de incendio forestal e imprudencia grave", en el que se destacan "carencias en cuanto al control en el uso de la barbacoa, la vigilancia y la ausencia de medidas específicas y adecuadas", así como por defectos en "la ejecución y control del Plan de Emergencias y en la formación y actividad del incendio".

Más información
La Audiencia exige precisiones técnicas al informe del incendio de Guadalajara
El informe final del incendio de Guadalajara descarta negligencia en las 11 muertes

La ex consejera no es aforada

La decisión de la juez se produce tras el dictamen del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) que estableció en su día que la consejera no disponía de la condición de aforada tras haber dimitido de su cargo.

El incendio de los pinares del Ducado, del 17 de julio de 2005, se desató por una barbacoa mal apagada por unos excursionistas. La ola de calor que padecía la zona y el viento propagaron las llamas.

El 17 de julio de 2005, el retén de la localidad de Cogolludo se adentró en una ladera junto al pueblo de Santa María del Espino para combatir el incendio. 12 personas iban en un todoterreno y camiones. Ningún avión está en el aire por el fuerte viento. A las 17.33, el jefe del retén, Pedro Almansilla, pide ayuda por última vez al 112. Murieron 11 de los trabajadores y sólo uno, Jesús Abad, se salvó al meterse bajo el camión bomba que conducía.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_