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La juez que se perdió por un perfume

El Consejo del Poder Judicial inhabilita un año a la titular de un juzgado de Úbeda que precintó dos perfumerías porque no le gustó una colonia

Ginés Donaire

Abusar de su condición de magistrada para obtener un trato preferente le ha costado muy caro a María Dolores Barragán Ladrón de Guevara, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Úbeda (Jaén). El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) la ha inhabilitado por un año y, tras ese periodo, la obliga a un destino forzoso por dos faltas muy graves relacionadas con la decisión de la juez de precintar de manera ilegal dos perfumerías del municipio. Barragán tomó esta decisión tras intentar devolver un perfume que había comprado en ese establecimiento porque entendía que no olía bien y que podía ser falso.

Aunque la dependienta le advirtió de que no se le podía devolver el dinero porque el perfume ya había sido consumido en gran parte, finalmente, accedieron a ello por las presiones recibidas por la clienta, que se identificó como juez: "Me lo vais a cambiar sí o sí", les dijo de manera amenazante a las empleadas de la tienda. Y aunque hubo devolución del dinero, al día siguiente la juez, que estaba de guardia, cumplió su amenaza y envió a la Policía Local a precintar la sección de perfumería del Autoservicio Katty. No sólo el de la calle Picasso, que fue donde compró el perfume, sino también el de la calle San José, del mismo propietario. El precintado se prolongó durante una semana.

"Me lo vais a cambiar sí o sí", les dijo la magistrada a las dependientas

"Pasamos un calvario y tuvimos que estar a base de pastillas, y todo por la impotencia de ver cómo la juez abusaba de su autoridad sin ninguna razón", rememoró ayer Domingo Expósito, dueño de las perfumerías, que recuerda que desistieron de emprender acciones legales y de reclamar cualquier indemnización "para no echar más leña al fuego". La juez envió al establecimiento a la Policía Local para realizar una inspección en busca de perfumes supuestamente falsificados. También la dependienta que la atendió, Mayka Martínez, se vio muy afectada por el incidente: "Pasé un estrés y una presión muy grandes". Martínez dice que intentó atender a la juez como a cualquier otra clienta.

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en su reunión del pasado día 29, acordó sancionar a la juez por dos faltas muy graves. La sanción, en todo caso, llega cinco meses después de que la comisión disciplinaria del CGPJ le abriera expediente. Por un lado, a María Dolores Barragán se le impone la suspensión de funciones durante un año "por abuso de la condición de juez para obtención de trato favorable". Por otro lado, se le impone una sanción de traslado forzoso a un órgano distante a más de 100 kilómetros, con la prohibición de concursar para otra plaza por tiempo de un año, por "inobservancia del deber de abstención a sabiendas de que concurre causa para ello"; es decir, que debió haberse abstenido del procedimiento abierto contra la perfumería por ser parte implicada, y no lo hizo.

Mayka Martínez, con el perfume que devolvió la juez.
Mayka Martínez, con el perfume que devolvió la juez.JOSÉ M. PEDROSA
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