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La juez permite salir de España a los acusados del homicidio de 4 polizones

La fiscal pidió el archivo al no poder actuar la jurisdicción española

Xosé Hermida

Cuatro oficiales y un tripulante del mercante panameño Wisteria, acusados del homicidio de cuatro polizones a los que abandonaron en el mar, han quedado libres de cargos para salir de España. Un juzgado de Ribeira (A Coruña) les dejó en libertad, después de que la fiscalía solicitase el archivo de las diligencias, al entender que la jurisdicción española no puede actuar en un caso que ocurrió en aguas territoriales de otro país y en el que todos los implicados -tres de los cuales ya han salido de España- son extranjeros.

Los acusados, tres de ellos de nacionalidad surcoreana y dos chinos, llevaban un mes detenidos en el puerto de Ribeira, donde uno de los tripulantes denunció los hechos.

La propia titular del Juzgado de Instrucción número dos de Ribeira, Isabel Castro, había considerado, tras tomarles declaración y estudiar las diligencias policiales, que existían "motivos bastantes para estimarles responsables de un delito de homicidio". Así lo hizo constar en un auto dictado el 31 de mayo, en el que decretaba la libertad provisional sin fianza de los cinco detenidos, el capitán, el primer oficial, el jefe de máquinas, el contramaestre y el cocinero, a los que les fueron retirados los pasaportes y se les obligó a presentarse cada lunes en el juzgado.

La juez ni siquiera consideró necesario tomar declaración a los otros 12 tripulantes del buque, todos de nacionalidad china, varios de los cuales habían acusado a los oficiales ante la policía de Ribeira. Los marineros aseguraban que el 23 de mayo, al día siguiente de que el buque partiese del puerto de Dakar (Senegal) con un cargamento de atún para Galicia, se descubrió a bordo un polizón africano. El capitán ordenó construir con tablas y cuerdas una balsa de apenas tres metros por dos para abandonar al pasajero clandestino. Mientras se realizaba la labor, se descubrieron otros tres polizones, que corrieron la misma suerte.

Algunos tripulantes aseguran que los africanos fueron amenazados con un palo y que a tres de ellos se les arrojó al mar. Según esa versión, una parte de los marineros se enfrentó a los oficiales. Cuando el Wisteria se alejó, uno de los polizones quedaba sobre la tabla y los otros tres nadaban agotados, según declararon los testigos a la policía. Los oficiales admitieron los hechos, aunque negaron que se empleasen con violencia contra los africanos y aseguraron que navegaban a poco más de un kilómetro de la costa. Los tripulantes sostienen que estaban cinco millas mar adentro.

Las nacionalidades de los implicados en los hechos y el lugar donde ocurrieron llevaron a la fiscal de Santiago de Compostela Cristina Margalet a pedir el archivo de la causa porque "la jurisdicción española no es competente". De acuerdo con esa doctrina, la juez de Ribeira dictó el lunes un auto por el que levantó los cargos contra los acusados, a los que se les entregó el pasaporte.

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La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) reaccionó con estupor al conocer el archivo de la causa. "El mensaje que se ha dado es que cualquiera puede arrojar a unos polizones por la borda y quedar impune", señaló Javier Galparsoro, abogado de esa ONG, quien sostiene que se podrían haber aplicado los convenios internacionales contra la piratería suscritos por España.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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