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Miles de manifestantes en Bilbao contra la condena a Atutxa

Ibarretxe acude a la protesta junto con sus antecesores Ardanza y Garaikoetxea

Miles de personas han secundado esta tarde en Bilbao la manifestación convocada por PNV, EA y Ezker Batua bajo el lema En defensa de nuestras instituciones para protestar por la sentencia del Tribunal Supremo que ha condenado al ex presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, y a los miembros de la Mesa Gorka Knorr y Kontxi Bilbao por un delito de desobediencia.

La manifestación se ha iniciado pasados unos veinticinco minutos de las seis de la tarde, hora de la convocatoria, en la plaza del Sagrado Corazón, donde se habían dado cita numerosas personas cuyo número ha ido aumentando a medida que la marcha avanzaba por la Gran Vía. Muchos ciudadanos esperaban en las aceras para incorporarse a la comitiva cuando ésta llegaba a su altura. La Policía Municipal ha cifrado en unos 50.000 los participantes en la convocatoria. Se trata de la segunda manifestación que ha recorrido las calles de Bilbao en protesta contra una actuación judicial.

De las dependencias del Gobierno vasco situadas al final de la Gran Vía salieron, unos minutos antes de que comenzara la manifestación, representantes de los tres partidos convocantes para situarse detrás de la pancarta. Por una puerta diferente aparecieron los líderes del PNV, Iñigo Urkullu, de Eusko Alkartasuna, Unai Ziarreta, y de Ezker Batua, Javier Madrazo. Tras ellos, por la misma puerta, salieron los tres condenados, Atutxa, Knorr y Bilbao a los que acompañada la presidenta del Parlamento vasco, Izaskun Bilbao. Los últimos en incorporarse fueron el lehendakari, Juan José Ibarretxe, que salió acompañado de sus predecesores, Carlos Garaikoetxea y José Antonio Ardanza. La presencia de los tres políticos condenados por negarse a ejecutar la orden de disolver el grupo parlamentario de Sozialista Abertzaleak emitida por el Tribunal Supremo fue recibida con numerosos aplausos por parte del público congregado al inicio de la marcha.

Acusaciones al Supremo

Finalizado el acto, sólo Gorka Knorr ha hecho declaraciones, para señalar que la manifestación no fue convocada por electoralismo sino porque se sienten "avergonzados de tener que vivir en un estado en el cual se conculcan las libertades más básicas". En este sentido, ha aludido al cierre de diarios, la prohibición de partidos y "la invasión desde la Justicia de las Cámaras legislativas". Dicho ésto, ha añadido que quienes tendrían que estar en el banquillo de los acusados son "los miembros del Tribunal Supremo que nos han condenado".

Antes de que comenzara la marcha, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, volvió a denunciar que las instituciones vascas están siendo "afectadas" por una "intromisión e ingerencia" por parte de las "altas instancias de la judicatura a la hora de hacer política".

El presidente de EA, Unai Ziarreta, ha afirmado que el "ataque" al Parlamento" es "un eslabón en una cadena de ataques", entre los que ha citado el Concierto Económico, el Estatuto de Autonomía o la posibilidad de que el lehendakari pueda tener que sentarse en el banquillo por reunirse con Batasuna Por su parte, el coordinador general de EB, Javier Madrazo, ha criticado a Patxi López (PSE), María San Gil (PP) y a EHAK por "descalificar una manifestación que cuenta con el respaldo de la mayoría de la sociedad vasca" y por no mostrar su apoyo públicamente a los condenados por el Supremo, unos "compañeros con los que conviven todos los días en el Parlamento vasco y que han sido injustamente condenados".

El periodista Julio Ibarra ha sido el encargado de leer desde el quiosco del Arenal bilbaíno la declaración con la que se ponía fin a la manifestación, con contenidos similares a los del escrito firmado por los líderes del PNV, EA y Ezker Batua con críticas a la resolución judicial. La declaración señala que la sentencia del Tribunal Supremo es "grave por la humillación personal que persigue; grave por el componente de venganza que se esconde tras la decisión; grave por ser un fallo con un claro carácter corporativista; grave por la arbitrariedad y por la utilización por parte de algunos jueces de un doble rasero de medir al desestimar criterios que semanas antes fueron utilizados para exonerar de responsabilidad a intereses económicos; grave por apoyarse en el trabajo de un sindicato de ultraderecha, pero especialmente grave por la intromisión, desafuero y deslegitimación que supone esta decisión contra las instituciones vascas".

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