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EL XV CONGRESO DEL PARTIDO POPULAR

El líder del PP se 'reparte' el Comité de Dirección con Acebes

Renueva la mitad de los cargos electos de la ejecutiva con más mujeres que hombres

Rajoy obtuvo ayer un respaldo del 98,37% de los compromisarios del XV Congreso del PP para su candidatura como nuevo presidente del PP. Anunció que dirigirá el día a día del partido con seis secretarios ejecutivos que son personas de su confianza -Ana Pastor, Gabriel Elorriaga y Soraya Sáenz de Santamaría-, de la confianza de Ángel Acebes (Sebastián González e Ignacio Astarloa) y un hombre del partido como Miguel Arias Cañete, ex ministro de Agricultura, con muy buenas relaciones con Rodrigo Rato y con Esperanza Aguirre, para el área económica.

Rajoy tuvo detalles hacia la vieja guardia del PP, sobre todo con Trillo y Arenas
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Rajoy renovó a la mitad de los cargos electos del Comité Ejecutivo Nacional, la dirección ampliada del PP. Y tuvo gestos de apoyo a la vieja guardia, sobre todo hacia los ex ministros Federico Trillo y Javier Arenas. De los 3.028 compromisarios que estaba previsto acudieran al congreso, votaron 2.541. Hubo 21 votos nulos y 2.520 válidos. Se abstuvieron 41 compromisarios. Rajoy obtuvo pues 2.479 votos, el 98,37% de los votos válidos y el 97,56% de los emitidos, para su nueva dirección.

Esa dirección del PP se organiza en tres niveles. El día a día lo lleva el Comité de Dirección. La dirección ampliada la forman casi un centenar de cargos agrupados en el Comité Ejecutivo Nacional. Y al menos semestralmente se reúne la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos, que agrupa a casi un millar de personas.

Ayer se eligieron cargos para esos tres niveles de dirección. El Comité de Dirección lo preside Rajoy, con Ángel Acebes como secretario general. En él participan también los tres portavoces parlamentarios (Eduardo Zaplana, Pío García Escudero y Jaime Mayor) y los nuevos seis secretarios ejecutivos. De esos seis, tres son nuevos y tres cambian de cartera respecto a lo que hasta ayer eran coordinadores de área.

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Rajoy mantiene a Gabriel Elorriaga, que pasa de coordinador de Estudios a secretario de Comunicación; a Ana Pastor, que deja un área difusa de Acción Sectorial y será secretaria de Política Social, y a Sebastián González, que era y seguirá siendo responsable de Organización a las órdenes directas de Acebes.

Incorpora a Ignacio Astarloa, ex secretario de Estado de Seguridad y hombre de Acebes, como secretario de Justicia e Interior; a Miguel Arias Cañete, ex ministro y ahora portavoz de Economía del Congreso, como secretario de Economía y Empleo, y a Soraya Sáenz de Santamaría, una joven abogada del Estado que ha sido su mano derecha en la elaboración de discursos y documentos en su paso por Interior, por la Vicepresidencia del Gobierno y como candidato a La Moncloa.

Queda fuera el hasta ahora coordinador de Comunicación, José María Michavila, ex ministro de Justicia. Este último, al igual que Carlos Aragonés, será asesor del presidente. Ambos, como tales, participarán en las restringidas reuniones de maitines, a las que Rajoy prevé invitar también al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Pero ni Michavila ni Aragonés tendrán cargos orgánicos en el PP. En esas reuniones de maitines participaban habitualmente hasta ahora Ángel Acebes, Jaime Mayor, Javier Arenas, Eduardo Zaplana, Pío García Escudero, Josep Piqué y Carlos Aragonés. En todo caso, los maitines no son ningún órgano del partido y la frecuencia de su convocatoria e invitados para discutir la actualidad política depende de la voluntad y decisión del presidente.

Al nuevo Comité de Dirección, Rajoy incorporará una vez al mes, aproximadamente, a los presidentes de las comunidades autónomas del PP. El peso de los presidentes autonómicos se notó ayer también en la composición de la nueva ejecutiva.

Los 40 vocales decididos por este congreso se reparten entre 19 que repiten y 21 nuevos, y entre 19 hombres y 21 mujeres. Pero se reparten, sobre todo, por territorios.

La crisis gallega tiene en los dos nuevos vocales electos gallegos un indicio de cuál puede ser la solución de la crisis. Sale José Cuiña, quien fuera el supuesto delfín de Manuel Fraga, defenestrado a instancias de Mariano Rajoy durante la crisis del Prestige. En su lugar entran los dos vicepresidentes que acaba de nombrar Fraga: Alberto Núñez Feijoo y José Manuel Barreiro.

El primero es visto como un hombre de Rajoy, apadrinado por José Manuel Romay Beccaria. Y Barreiro está considerado un hombre más cercano al sector rural del PP gallego, aunque es catedrático en Empresariales. La entrada de los dos, la salida de Cuiña, la presencia de Fraga en el congreso, la ausencia de José Luis Baltar, y las declaraciones de los compromisarios gallegos que sí acudieron avecinan una posible rendición de los rebeldes. Faltan por ver los términos.

La futura crisis de Madrid también tiene en la entrada de nuevos vocales una posible lectura. Rajoy incorpora a la Ejecutiva a Ruiz-Gallardón, pero como uno más de la lista de los 35. No lo destaca con uno de los cinco puestos de libre designación que sí utilizó, a cambio, para marcar su apoyo personal hacia Aragonés, Elvira Rodríguez y Elena Pisonero, pese a no haber contado con ninguno de los tres para el Comité de Dirección, como muchos en el PP habían previsto.

El segundo madrileño de la lista es Ignacio González, vicepresidente y mano derecha de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid. Hasta ahora era tradición que los ponentes tuvieran un hueco en la Ejecutiva. Esta vez sólo lo han tenido algunos, y uno de ellos ha sido González.

Rajoy también tuvo varios gestos de respaldo y reconocimiento a los históricos del PP. El más explícito fue con Federico Trillo. Lo mantiene como vocal electo y como presidente del Comité de Derechos y Garantías. Salió muy contento.

El segundo fue con Javier Arenas. Deja de ser vicesecretario y de participar en el Comité de Dirección, pero será presidente del Comité Electoral, es decir, quien decida las listas. Además, Arenas coloca a casi media docena de personas de su confianza en la lista de la Ejecutiva. El otro ex vicesecretario, Jaime Mayor, queda como miembro del Comité de Dirección y también coloca a personas afines en la ejecutiva.

Otros históricos del PP, como Celia Villalobos, Álvaro Lapuerta, Luisa Fernanda Rudi o Alejo Vidal Cuadras, repiten en la ejecutiva. Y algunos otros que han quedado descolgados, como Isabel Tocino, o José María álvarez del Manzano o Mercedes de la Merced, pasan a formar parte de la Junta Directiva Nacional, su máximo órgano entre congresos.

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