Ya llegan las hogueras

La llegada de las primeras piezas de los monumentos de cartón y madera a las plazas de Alicante, el inicio de la feria taurina y la iluminación especial de sus calles anuncian las fiestas de las Hogueras de San Juan que, del 20 al 24 de junio, quemarán cerca de tres millones de euros. A esta cifra asciende el gasto de construcción de las 178 hogueras -infantiles y adultas- que decorarán la ciudad y de las 70 barracas que amenizarán las noches, según recoge el presupuesto económico de los monumentos.

A este importe, se suman alrededor de ocho millones de euros más de los gastos en pirotecnia, iluminación especial, bandas de música, presentaciones, conciertos populares, desfiles, ofrendas de flores y gastronomía, entre otros capítulos próximos a la fiesta. Uno de los más madrugadores a la hora de anunciar estas fiestas ha sido el artista Francisco José Esplá, responsable del monumento oficial que, con un presupuesto de 102.000 euros, lleva como lema Alicante es el mar.

Una mujer, el mar

Acompañado por cuatro operarios y con la ayuda de una grúa, Esplá ha comenzado esta mañana a levantar la estructura de esta hoguera, de 19 metros de altura y 12 de diámetro, si bien este monumento no estará totalmente acabado y "retocado", como ha afirmado el propio artista, hasta pasado mañana. Esta foguera mostrará "una mujer que simboliza el mar y que abraza al resto de elementos que integran la ciudad, como "la gastronomía, el patrimonio y las fiestas", explica Esplá.

Esa ola de mar emergerá del centro de la obra, cambiará de color y se convertirá en fuego, el elemento más característico de las Hogueras, y se coronará, finalmente, por una serie de huevos que representan los proyectos futuros de la ciudad. A partir de mañana por la noche llegarán las primeras piezas de todos los monumentos, 11 de los cuales se enmarcan en la categoría especial y cuyo presupuesto conjunto es de 1.130.000 euros. Alicante encenderá el jueves el particular sonido de sus fiestas mayores con la primera mascletá de 2008, que, a pesar de las obras del tranvía metropolitano, se lanzará una año más desde la plaza de los Luceros.

Asimismo, el tráfico de vehículos quedará restringido en el centro urbano de la ciudad, numerosas calles y plazas quedarán cortadas y diversas líneas de autobuses urbanos modificarán sus trayectos diarios. Todo ello con el objetivo de ofrecer espacio a estos monumentos de cartón y madera, a los doscientos recintos festeros -barracas y racós- y a las decenas de desfiles y pasacalles que animarán a la ciudad hasta última hora del día 24 de junio, cuando el fuego recupere su protagonismo y ponga fin a las fiestas.