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Los mandos de la Guardia Civil y de la Policía de Melilla, agredidos en Marruecos

El teniente coronel y el comisario fueron rescatados de una peluquería en la que se habían refugiado.- El inspector-jefe de la frontera fue golpeado por la muchedumbre

El teniente coronel jefe de Guardia Civil en Melilla, el jefe superior de Policía y el delegado de Hacienda en la ciudad pasaron, el jueves por la tarde, un muy mal rato en Marruecos. Para escapar de una muchedumbre que les insultaba y les quería agredir tuvieron que refugiarse en una peluquería de la que fueron rescatados por las fuerzas de seguridad marroquíes.

El teniente coronel, Ambrosio Martín, el comisario José Manuel Calleja y el delegado de Hacienda Jesús Ignacio Pérez, acudieron ayer, acompañados por algunos de sus colaboradores, a un reunión rutinaria con sus homólogos marroquíes en Beni Enzar, la localidad marroquí situada en la frontera. Los seis funcionarios, entre los que figuraba el inspector-jefe de la frontera de Melilla, Vicente Goya, iban de paisano.

Cuando, a última hora de la tarde, regresaban a pie a Melilla, fueron "increpados y achuchados" por Said Chramti, un joven marroquí cuya entrada en la ciudad autónoma está vetada. Éste llegó a golpear al inspector-jefe Goya, según relata un testigo presencial.

A Chramti le secundaron rápidamente varios viandantes hasta "alcanzar un centenar de personas", prosigue otro testigo del incidente. "Al ver que la cosa se ponía seria la delegación española optó por correr a refugiarse en una peluquería" distante de unos 300 metros del puesto fronterizo.

"Con inmediatez dos funcionarios marroquíes que efectuaban su labor en el puesto fronterizo llegaron al lugar", señala una nota emitida esta mañana por la Delegación del Gobierno en Melilla, y se colocaron ante las puertas cerradas del local para impedir que fueran forzadas.

"Ante la acumulación de personas ante el establecimiento", prosigue el comunicado, los dos agentes marroquíes "solicitaron los oportunos refuerzos que hicieron posible que los funcionarios de nuestro país regresaran a Melilla". Las fuerzas de seguridad marroquíes despejaron la entrada de la peluquería y escoltaron a la delegación española hasta el puesto de control de la policía española.

El principal blanco del grupo marroquí fue el inspector-jefe Goya al que aquellos que le atacaron consideran responsable de las restricciones impuestas a su acceso a Melilla. Encabezados por Chramti, un puñado de jóvenes marroquíes que se declaraban representantes de la sociedad civil, se manifestaron con frecuencia en la frontera a principios del verano.

Llegaron incluso a bloquearla en protesta por las trabas puestas por la policía para permitir su entrada, sobre todo por las tardes, a la ciudad autónoma. Melilla quedó desabastecida de los productos que importa de Marruecos, sobre todo frutas, hortalizas y pescado. El colectivo que convocó las manifestaciones se disoció ayer del ataque que protagonizó Chramti.

El delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, señaló que se pondrá en contacto con los responsables consulares españoles -España dispone de un consulado en la vecina ciudad de Nador- para que soliciten a las autoridades marroquíes las oportunas explicaciones sobre lo que califica de "incidente".

El presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, del Partido Popular, expresó su "repulsa" ante los sucesos de Beni Enzar.

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