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Los mandos policiales niegan que Interior ordenara quitar la alusión a ETA en un informe del 11-M

El comisario general y el secretario general de la Policía Científica han testificado como acusados en la segunda sesión del juicio por el 'caso del ácido bórico'

El comisario general de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, y el secretario general, Pedro Luis Mélida, han afirmado que nunca recibieron ninguna orden por parte del Ministerio del Interior para rechazar y rehacer un informe que relacionaba a ETA y con los atentados del 11-M.

Así lo han manifestado Santano y Mélida en el juicio por el caso del ácido bórico, que se sigue contra ellos y otros dos mandos policiales en la Audiencia Provincial de Madrid. Las acusaciones populares -única parte acusadora en la causa- piden penas de entre 6 y 9 años de cárcel y de entre 6 y 18 de inhabilitación por falsedad documental y falso testimonio.

"No recibí ninguna orden ni instrucción de mis superiores y quienes me conocen saben que si doy órdenes es para acelerar una investigación y no para eliminar indicios", ha sostenido Santano. El comisario ha explicado que, durante la Semana Santa de 2005, Mélida le comunicó por teléfono que había un "problema" con unos peritos porque se negaban a modificar un informe. En esa conversación Mélida también le dijo que "el tema ya estaba resuelto" porque se había encargado al también procesado Francisco Ramírez, jefe de la sección de la Unidad de Análisis.

A raíz del hallazgo de ácido bórico en el domicilio de uno de los condenados por el 11, varios peritos señalaban, en la primera versión del informe, que esa sustancia también se había encontrado en un piso franco de ETA en Salamanca, en 2001, y en la vivienda de un antisistema en Madrid, en 1999. El ácido bórico se usa frecuentemente en insecticidas o en productos de higiene personal.

Observaciones sin lógica

Por su parte, Mélida ha asegurado que esas observaciones no eran "lógicas" y pidió que se tacharan porque los peritos hacían "juicios de valor, que escapan a lo que es el contenido de un informe pericial". "Ni en esta ocasión ni en mis 29 años de profesión he recibido una orden de tipo político, que sería una orden manifiestamente injusta", ha apostillado Mélida.

El jefe de la Unidad Central de Analítica y también acusado, José Andradas, ha explicado que "por iniciativa propia" y después de que "se empezara a hablar" en los medios de comunicación sobre el mencionado informe, solicitó a los tres peritos que "localizaran" todos los estudios que se habían realizado sobre el 11-M.

Fue entonces, en julio de 2006, cuando el perito Manuel Escribano le dio una minuta en la que, además de otros informes, figuraba el del ácido bórico, sobre el que los peritos sostenían que el original que ellos elaboraron y del que proporcionaron una fotocopia, se había modificado para eliminar sus referencias a ETA.

"La palabra ETA estorbaba"

En la vista también ha testificado Escribano, quien ha asegurado que cuando entregó su informe a Ramírez éste le dijo que "por orden de la superioridad" había que eliminar las referencias a ETA. "La palabra ETA era lo que estorbaba", ha aseverado el perito, quien ha añadido que hizo esas observaciones porque consideró "excepcional" que el ácido bórico hubiera aparecido en otros "dos hechos terroristas anteriores" y pensó que era "imprecindible" para la investigación.

El juicio continuará mañana con el testimonio del resto de peritos.

De espaldas, los mandos policiales imputados en el <i>caso del ácido bórico</i> durante la sesión del juicio.
De espaldas, los mandos policiales imputados en el caso del ácido bórico durante la sesión del juicio.ÁLVARO GARCÍA

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