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El marroquí que fue confundido con un violador confeso sale en libertad tras 15 años en prisión

El fiscal Mena pidió en 1999 un indulto que denegaron los Gobiernos del PP y del PSOE

El marroquí Ahmed Tommouhi salió el pasado lunes por la tarde de la cárcel barcelonesa de Brians, en libertad condicional. Llevaba más de 15 años preso por cuatro violaciones y un robo, y los últimos siete años ha estado esperando un indulto del Gobierno que jamás llegó. La medida de gracia no la había solicitado el recluso, quien en todo momento había clamado su inocencia y sostenido que "el indulto es para los culpables", sino el fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, que puso así en entredicho el veredicto de la justicia.

Mena firmó el 30 abril de 1999 una petición de indulto al Gobierno, dos años después de que el Tribunal Supremo anulase una de las sentencias por violación contra Tommouhi porque los análisis de ADN demostraron que el semen de la víctima pertenecía al ciudadano español Antonio García Carbonell. El fiscal jefe habló de "serias dudas sobre la autoría" del reo en el resto de las violaciones para justificar su petición de gracia.

Pero ni el Partido Popular cuando gobernaba ni ahora el PSOE -que cuando estaba en la oposición instaba al PP a concederlo- se atrevieron a otorgar un indulto a un condenado por violación, a pesar de las numerosas irregularidades procedimentales que constan en los sumarios y de las "dudas razonables" sobre su culpabilidad que apreció el Tribunal Supremo, que también recomendó el indulto.

Muerte en la cárcel

Una oleada de brutales violaciones cometidas en 1991 en Tarragona y Barcelona condujeron a la cárcel a Tommouhi junto con su compatriota Abderrazak Mou-nib. Un informe de la Guardia Civil de 1993 acreditaba, sin embargo, que no existían indicios de que se conocieran. Mounib murió de un infarto en abril de 2000. No tuvo indulto ni posibilidad de libertad condicional. Ni aceptó del Estado la indemnización de 18 millones de pesetas por la sentencia anulada por el Supremo. También sostuvo siempre su inocencia.

A Tommouhi lo acusaron inicialmente por 17 delitos y lo acabaron condenando por cuatro violaciones y por un robo. Penas que sumaban más de 100 años. La única prueba, en todos los casos, fue el reconocimiento de las víctimas. En 1995, cuatro años después de la detención de Tommouhi y Mounib, la policía detuvo a Antonio García Carbonell, de gran parecido físico con Tommouhi, por una serie de violaciones muy similares a las de 1991. El empeño de un guardia civil implicado en ambas investigaciones, Reyes Benítez, logró demostrar que, al menos en una de las agresiones por las que se condenó a Tommouhi, el culpable había sido García Carbonell. El ADN lo verificó, pero en el resto de los casos no fue posible. No se conservaban restos biológicos que se pudieran analizar y Tommouhi no pudo probar su inocencia.

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La refundición de todas las condenas de Tommouhi quedó en el plazo máximo de 30 años de cárcel que establecía el Código Penal de 1973 y que era el que resultaba más beneficioso. En aplicación de los beneficios penitenciarios que se establecían en aquel texto, Tommouhi no liquidaba su condena hasta el 26 de abril de 2009. Sin embargo, al haber cumplido con creces las tres cuartas partes del total de la pena efectiva de cumplimiento, podía haber disfrutado de permisos desde hace al menos dos años y haber solicitado antes la libertad condicional. Pero hasta ahora se había negado a aceptar beneficios penitenciarios. "Eso es para los culpables, pero yo no he hecho nada", afirmó en la última entrevista concedida en prisión a EL PAÍS. Quería salir con la cabeza alta de la prisión, como inocente.

La Administración penitenciaria catalana lo clasificó en tercer grado el pasado 28 de marzo, lo que le hubiera permitido pasar el día fuera de prisión y volver únicamente a dormir a la cárcel de lunes a jueves. Pero Tommouhi también se negó a esos beneficios.

Ahora ha decidido aceptar la libertad condicional y seguir luchando por demostrar su inocencia. "Ahora quiere estar tranquilo para ver cómo organiza su vida de nuevo", explica su hijo Khaled. Una vida que se paró hace 15 años, cuando acababa de llegar a Cataluña para trabajar como albañil.

Ahmed Tommouhi.
Ahmed Tommouhi.

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