En mayo estuvo en coma por un accidente
Diego Salvá Lezaún, de 27 años, agente en prácticas desde el 31 de enero, llevaba cuatro días de servicio en el cuartel de la Guardia Civil de Palmanova, en el corazón turístico de Calvià, y había ingresado en el cuerpo en agosto de 2008. El agente acababa de superar una larga y muy complicada convalecencia debido a un gravísimo accidente de moto, que le llevó a estar meses de baja tras permanecer durante varias semanas en mayo en coma en la unidad de cuidados intensivos de un hospital.
Salvá, de madre pamplonesa y padre mallorquín, por tradición paterna estaba destinado a estudiar Medicina y ser urólogo, como su progenitor y otros miembros de una familia de médicos —los Salvá-Lezaún— muy conocida en Mallorca. Diego Salvá tenía siete hermanos. Un tío suyo es policía nacional.
Cuando la banda terrorista hizo estallar el explosivo que le segó de inmediato la vida, su padre, Antonio, se encontraba en la isla de Ibiza, de donde fue trasladado a Palma en helicóptero. Varios amigos de Diego Salvá en su red social de Facebook empezaron ayer por la tarde a sustituir sus fotografías de perfil por lazos negros en señal de duelo por el fallecimiento de su amigo.