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Un millar de inmigrantes bolivianos entran diariamente por el aeropuerto de Barajas

Los policías del aeródromo de Madrid sólo tienen capacidad para tramitar 60 rechazos al día

Cada día aterrizan en el aeropuerto de Barajas entre 800 y 1.200 viajeros con pasaporte boliviano. De esa cifra, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía rechazan a una media de 60. Los demás, en torno a un millar diario, entran en España, la mayoría como turistas. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) afirma que muchos de los supuestos bolivianos son en realidad ecuatorianos, peruanos y colombianos que portan documentos falsos e intentan aprovechar los tres meses que restan hasta que la Unión Europea (UE) comience a exigir visado a los ciudadanos del país andino.

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Barajas es la principal puerta de la inmigración irregular. Más del 55% de los extranjeros no comunitarios utiliza el aeropuerto madrileño para entrar en España. Otro 25% lo hace por el aeródromo de El Prat, en Barcelona; un 5% llega en pateras o cayucos y alrededor de un 15% por carretera, si bien el porcentaje de estos últimos ha caído bruscamente desde el pasado día 1, tras la incorporación a la UE de los dos principales países emisores de sin papeles: Rumania y Bulgaria.

La llegada de supuestos ciudadanos de Bolivia se ha ido incrementando a medida que se aproxima el 1 de abril, fecha a partir de la cual la UE exigirá visado a los ciudadanos de ese país. Si durante todo el mes de mayo aterrizaron en Barajas 5.000 personas con pasaporte boliviano, en octubre la cifra ascendió a 13.900, y en noviembre se elevó hasta 14.100. A finales de diciembre, las llegadas oscilaron entre 800 y 1.200 personas diarias, según el SUP. EL PAÍS intentó ayer contrastar estos datos con el Ministerio del Interior, pero sus responsables explicaron que aún no estaban concluidos los balances del año pasado.

Las compañías aéreas han respondido a la demanda de pasajes con un incremento de rutas hacia España. Cuatro de ellas mantienen vuelos directos entre Bolivia y Madrid, según las mismas fuentes: "Iberia, Aerolíneas Argentinas, Lloyd Aéreo Boliviano y Sur". Cada día aterrizan en Barajas una media de tres aviones procedentes de La Paz o de Santa Cruz, la segunda ciudad del país. Los pasajes de ida y vuelta -la presentación de éste último es necesaria para cruzar el control de pasaportes del aeropuerto- pueden costar más de 1.000 euros.

Un funcionario policial traza el perfil de los viajeros: "Son hombres y mujeres de entre 20 y 40 años, y muchos viajan con sus hijos. Suelen declarar que vienen a hacer turismo". El SUP considera que si los agentes destinados en Barajas dispusieran de un poco más de tiempo, podrían desenmascarar a la mayoría de los inmigrantes camuflados como turistas que se quedan en España de forma irregular cuando caduca su permiso de tres meses: "Vienen tan poco preparados que en cuanto les preguntas por los monumentos que piensan visitar, ya no saben que decir", declara un portavoz del sindicato.

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Pero los policías no disponen de ese tiempo, ya que cada expediente de devolución consta de 14 folios y ellos emplean en torno a 70 minutos en redactarlo. Un funcionario dedicado en exclusiva a ese trabajo sólo podría terminar seis expedientes en una jornada normal, de siete horas.

A los bolivianos hay que añadir las llegadas diarias a Barajas de entre 200 y 300 brasileños y de un centenar de paraguayos.

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