Tres millones de hectáreas de nuevo bosque en 10 años
El monte arde por un lado. Por el otro, avanza. Pese que desde 1996 hasta la fecha han ardido más de 1.368.000 hectáreas de superficie forestal (incluye árboles y matorrales), en ese mismo periodo la superficie forestal ha aumentado en más de tres millones de hectáreas, según el avance del inventario forestal que el Gobierno está concluyendo. El aumento, una superficie equivalente a Galicia, se debe al abandono rural y de la ganadería.
Desde 1997, el Ministerio de Medio Ambiente realiza un amplio estudio sobre la superficie arbolada en España, que concluirá en 2007. Con 21 provincias analizadas, de las 52 existentes, el resultado es que la superficie forestal ha aumentado en 1,087 millones de hectáreas con respecto al inventario realizado entre 1987 y 1996. El presidente de la Asociación de Empresas Forestales, Miguel Ángel Duralde, apunta que al tener en cuenta todas las provincias, el aumento de superficie forestal superará los tres millones de hectáreas, aunque señala que la cifra está abierta y pendiente de ajustes estadísticos. Entre el primer inventario forestal (años 70 y 80) y el segundo, en los años 90 se observó un aumento de cuatro millones de hectáreas.
Las causas del avance del monte son principalmente el abandono rural y la pérdida de la ganadería. El bosque coloniza lo que el hombre deja. El informe del Observatorio de la Sostenibilidad sobre el uso del suelo en España entre 1987 y 2000 destaca que la población rural en España ha descendido a menos de la mitad desde 1940. Al abandonarse las tierras de cultivo y al disminuir el pastoreo junto a los pueblos aumenta el número de árboles.
Duralde explica que "el monte sigue avanzando en los últimos 10 y 20 años, como se vio entre los años 80 y 90. Esto no quiere decir que los incendios no sean un drama, porque el nuevo bosque no remplaza en calidad al que se quemó. Un bosque de un año o una repoblación no es lo mismo que un bosque centenario".
En lo que va de año ha descendido el número de incendios con respecto al mismo periodo del año anterior, el peor de la década. El número de incendios ha pasado de 3.950 a 2.467 (un 38% menos); la superficie forestal incendiada ha pasado de 5.396,7 hectáreas a 1.145,9 (un 79% menos).
