_
_
_
_
_

La misteriosa entrega a Malí del organizador del secuestro de los cooperantes

Omar Sahraui fue enviado el domingo de Nuakchot a Bamako, pero no tiene causas pendientes

Todo lo que rodea a Omar Ould Sidi Ahmed Ould Hamma, apodado Omar Saharaui, de 52 años, el hombre que organizó en noviembre el secuestro de los tres voluntarios catalanes -Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez-, tiene algo de misterioso.

El último episodio, el pasado fin de semana, también. Fue sacado, el sábado, de la prisión central de Nuakchot, dónde cumplía una condena a 12 años de trabajos forzados, y "extraditado" el domingo por carretera a Bamako, la capital de Malí, según reveló ese día la agencia de información privada mauritana ANI y confirmaron hoy lunes otros medios locales

"Me he enterado por la prensa de este traslado que no puede ser una extradición sino una mera entrega porque, que yo sepa, mi cliente no tenía ninguna causa pendiente en Malí ni éste país había solicitado su extradición", asegura indignado a EL PAÍS Sidi Bouena, uno de los abogados de Omar Saharaui.

El juicio ya fue una sorpresa. Un tribunal penal de Nuakchot le impuso, a finales de julio, 12 años por organizar el triple secuestro. Sidi Bouean recurrió la sentencia alegando que faltaba la principal testigo de cargo, la ex rehén Alicia Gámez, liberada en marzo. En plenas vacaciones judiciales, el miércoles pasado, el tribunal de apelación confirmó la sentencia.

La detención, a finales de febrero, de Omar Saharaui también se desarrolló en circunstancias extrañas. Las autoridades mauritanas aseguraron haberle apresado en el noreste del país, pero su abogado sostiene que "fue secuestrado en Malí" y llevado a Mauritania por un grupo de mercenarios a sueldo del régimen de Nuakchot.

Acaso haya que buscar la explicación en que Mauritania siempre se ha negado a liberar a reos islamistas radicales a cambio de rehenes y Malí lo ha hecho recientemente en dos ocasiones. Excarceló a cuatro en abril de 2009 a cambio de la puesta en libertad por Al Qaeda de los canadienses Robert Fowler y Louis Guay y a otros cuatro en febrero, justo antes de que el francés Pierre Camatte recobrase la libertad.

Omar Saharaui no es un islamista. Es un mercenario que recibió un encargo de la rama magrebí de Al Qaeda y, a cambio de 12.000 o 15.000 euros, ayudó a perpetrar el secuestro el 29 de noviembre en la principal carretera de Mauritania, la que une Nuadibú con la capital, Nuakchot.

El argelino Mokhtar Belmokhtar, el jefe de la célula de Al Qaeda en cuyo poder están los dos rehenes españoles, exigió para soltarles, además de un rescate pecuniario, la liberación de un preso, Tagui Ould Youssef. Éste mauritano fue su lugarteniente años atrás. Detenido en marzo en Níger con la ayuda de Francia fue extraditado a su país de origen el 5 de mayo.

Un mes después el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, hizo un viaje semisecreto a Mauritania para entrevistarse con su presidente, el general Mohamed Ould Abdelaziz, y se interesó por la suerte de Tagui Ould Youssef, según varias webs informativas mauritanas. Su gestión no tuvo éxito.

El presidente Barcelona Acció Solidaria, Francesc Osán, ha asegurado hoy que los responsables de esta ONG creen que las familias de los dos cooperantes retenidos desde hace meses por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han recibido una fe de vida de los rehenes. Osán ha asegurado que aunque no tienen constancia firme de que esta fe de vida se haya producido, lo deducen de las conversaiones que han mantenido con los familiares, que son los que están en contacto con el gobierno de España. "Extraoficialmente nos han comentado que algo han podido ver, que algo les han enseñado, pero oficialmente nosotros no tenemos confirmación de esta fe de vida" ha remarcado el presidente de la ONG, que desde la liberación de Alicia Gómez, hace cuatro meses, no son interlocutores del gobierno español, que se mantiene únicamente en contacto semanal con los familiares de Roque Pascual y Albert Vilalta.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_