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Perfil | DANIEL PEDROSA

El niño que bebía Cola-Cao

El piloto catalán pulveriza los récords de la historia del motociclismo español y mundial

Tiene 19 años y sólo se levanta 158 centímetros del suelo. Para los ajenos al mundo de las motos, es el protagonista de dos memorables anuncios: uno de su patrocinador, Movistar, que proclama a ritmo trepidante que el mundo (la victoria) es azul y otro, mucho más sentimental, en el que su madre nos recuerda que es sólo un niño que bebe Cola-Cao. Un niño que se ha proclamado campeón del mundo de motociclismo en la cilindrada de 250 cc. Pero hoy no ha llorado, como hizo cuando se adjudicó la categoría del octavo de litro el 13 de octubre de 2003 en el circuito de Sepang (Malaisia). Hoy, en el circuito australiano de Phillip Island, Dani Pedrosa se ha pintado la cara de azul.

Pedrosa, nacido el 29 de septiembre de 1985, se subió por primera vez a una moto con cuatro años. A los 10, se inscribió en el Campeonato de España de minimotos, acabó el sexto en su primera carrera y, en la segunda, se subió por primera vez al podio. Pero como sus padres no tenían dinero, Pedrosa tuvo que cambiar las motos por una bici de montaña. España estaba a punto de perder una gran promesa cuando Dani se enteró de que en el Jarama se estaban haciendo las pruebas de selección de la Movistar Activa Joven Cup. Pedrosa llegó a esas pruebas después de haber aprendido a cambiar las marchas una semana antes, en una moto que le prestaron a su padre y en un polígono próximo a su casa de Castellar del Vallés (Barcelona). Ya en las pruebas, tuvieron que ayudarle a sujetar la máquina, porque no llegaba al suelo con los pies. Pero logró una plaza en el equipo y conoció a su valedor: Alberto Puig.

Desde la marcha de Alex Crivillé del mundo de las dos ruedas, los aficionados españoles estaban huérfanos de abanderado. Checa, Nieto, Elías, Gibernau y Alzamora no eran capaces de encandilar a una afición sedienta de títulos. Pero cuando peor pintaban las cosas, Puig se sacó de la manga a un joven piloto desconocido que mostró maneras en el Campeonato de España. Pedrosa, en el año de su debú, se convirtió con 15 años en el piloto más joven en subirse a un podio de un Gran Premio. Fue en 1999 en el circuito de Cheste, ante un público que ya empezaba a rendir pleitesía a una nueva estrella. Desde ese momento, la progresión de Pedrosa fue meteórica: en 2002 estuvo a punto de alcanzar la gloria pero terminó ocupando la tercera posición en el mundial, pero su satisfacción fue conseguir la victoria en Motegi, Cheste y Assen, la catedral del motociclismo.

Por aquel entonces Pedrosa ya tenía en mente emular a Valentino Rossi, único piloto que puede presumir de haber ganado el título en todas las categorías. El español tenía sólo este pensamiento entre ceja y ceja cuando empezó la temporada 2003. A falta de dos pruebas por disputar, cumplió un sueño que se tiñó de negro por culpa del accidente en Australia que obligó al español a pasar la pretemporada en blanco. El 19 de abril de 2004, se empezó a forjar la leyenda de Dani. El catalán se enfrentaba por primera vez a una moto de cuarto de litro en competición oficial y el resultado no pudo ser mejor, debú con victoria y, como premio, el liderato del mundial, pero el joven piloto sólo tenía un pensamiento en su mente: éste primer año es de aprendizaje.

En Alemania, ecuador del mundial, el año de aprendizaje se empezaba a disipar y en su lugar, a lo lejos, empezaba a vislumbrarse la posibilidad de ser campeón del mundo con unos números inmejorables: ocho carreras, tres victorias y cuatro segundos puestos. Pero el camino hacia su segundo título mundial fue muy duro y muy criticado. Los pilotos achacaron la superioridad del catalán a su poco peso (49,5 kilos), lo que influía en el desgaste de los neumáticos y le permitía ir mucho más deprisa y luego se habló de favoritismos de Honda hacía su piloto.

El gran duelo tendrá que esperar

Después de dominar el campeonato de principio a fin sin ningún tipo de oposición, Dani ha pulverizado los récords de la historia del motociclismo español y mundial. Que Pedrosa es un piloto fuera de serie era un secreto a voces, pero en esta temporada el joven español ha demostrado atesorar un potencial sólo al alcance de las leyendas del mundo de las dos ruedas. Sólo otro piloto ha mostrado hasta ahora tal proyección, Valentino Rossi, venerado hoy en día como el mejor piloto de la historia. Pero los números de Il Dottore se quedan en papel mojado en comparación con los de Pedrosa.

El español puede presumir desde hoy de ser el campeón más joven en la historia en la categoría de 250, superando en más de un año a Marco Melandri y Valentino Rossi. Pero además de ganar títulos y carreras, Pedrosa ha batido un récord que llevaba 44 años en vigor. Antes que Pedrosa había conseguido este hito deportivo -ser campeón un año de 125 cc y al siguiente de 250cc- el italiano Carlo Ubbiali en 1960. Desde entonces, ningún otro lo pudo igualar. Muy cerca se quedó el Doctor pero, en su primer año en el cuarto de litro, sólo pudo ser segundo, eso sí al año siguiente se proclamó campeón. Pero Pedrosa tiene mucho más mérito, ya que debutó en 250 sin apenas pretemporada por culpa de un accidente en el circuito de Phillip Island, donde se rompió los dos tobillos.

Pedrosa consiguió en una sola temporada lo que otros pilotos tardan una vida en lograr: proclamarse campeones del mundo. Ahora la gran pregunta es si el español defenderá su título en 250 o dará el salto a la categoría reina, para verse las caras con su ídolo y demostrar cuál de los dos es el mejor. A priori, todo a punta a que Pedrosa tardará un par de años en dar el salto a MotoGP ya que su peso puede influir negativamente en el manejo de unas máquinas con más de 300 CV de potencia. El duelo entre Pedrosa y El Doctor deberá esperar.

Dani Pedrosa celebra su triunfo con la cara pintada de azul en el circuito australiano de Phillip Island.
Dani Pedrosa celebra su triunfo con la cara pintada de azul en el circuito australiano de Phillip Island.EFE

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