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La lucha contra el terrorismo

El nuevo 'número uno' de ETA cae 21 días después que su ex jefe

Iriondo estaba junto a su 'segundo', Eneko Zarrabeitia

Jorge A. Rodríguez

"Especulen si quieren con el nombre", contestó Alfredo Pérez Rubalcaba el 17 de noviembre cuando se le preguntó si Aitzol Iriondo Yarza podía ser el sustituto en la cúpula etarra de Garikoitz Aspiazu, detenido unas horas antes, "pero, sea quien sea, ya estamos trabajando para detenerlo". Veintiún días después de esa respuesta, ha sido detenido en Francia el "presunto sucesor de Txeroki", como lo calificó ayer mismo la ministra del Interior francesa, Michèle Alliot-Marie. Iriondo es ahora mismo el principal sospechoso del doble asesinato de Capbreton, una vez que no hay pruebas de que fuera Txeroki. "Está claro que uno de los dos fue", dijo anoche el ministro Pérez Rubalcaba.

Aitzol Iriondo, conocido como Gurbitz y Balak, nació el 8 de marzo de 1977 en San Sebastián, aunque solía vivir en Lasarte. Como tantos otros de sus compañeros, comenzó su escalada criminal en el vandalismo terrorista (kale borroka) en los años 90, siendo un adolescente, hasta llegar a la cúpula etarra. Escapó a Francia en 2002, donde rápidamente aprendió a fabricar explosivos y puso a disposición de la banda sus amplios conocimientos de informática, según fuentes de la lucha antiterrorista.

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Ya en septiembre estaba encuadrado en el comando Ontza, al que se vinculó con el asesinato del entonces teniente de alcalde de Lasarte, el socialista Froilán Elespe, en marzo de 2001, ya que en una casa en la que estuvo oculto se halló un casquillo de bala disparado por la misma arma que abatió a Elespe.

Su carrera ascendente hacia la cúpula de ETA se debió tanto a su espíritu de terrorista combativo como a las sucesivas caídas de sus antecesores. Ya entre finales de 2006 y primeros de 2007 es identificado como el instructor de los nuevos etarras en el manejo de armas, la confección de explosivos y en asuntos de informática, ya que es considerado un experto en ordenadores y sistemas de encriptación de documentos.

Txeroki se lo llevó como lugarteniente a principios de 2007, tras la caída en julio de ese mismo año del que se había convertido entonces en el hombre para todo del jefe militar de ETA: José Antonio Aranibar Almandoz, "responsable de las acciones especiales" de la banda, apresado cuando entregaba a un comando una furgoneta con 165 kilos de explosivo.

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El papel de Aranibar lo asume Iriondo. Desde entonces se encargó de todo lo que ordenaba Txeroki y, fundamentalmente, de contactar con los comandos y entregarles el material para entrar en España y atentar. Una huella de Gurbitz fue hallada en el coche bomba que fue colocado ante una dependencia del Ministerio de Defensa el 9 de septiembre pasado y que no llegó a estallar.

Tras la caída de Txeroki y dado que se ignoraba si ETA había sustituido a Javier López Peña, Thierry, al frente de la rama política, Gurbitz se había hecho aparentemente con todo el poder. Por ello y por ser el supuesto asesino de los guardias Fernando Trapero y Raúl Centeno era el objetivo número uno de los servicios antiterroristas. Con él ha caído también Eneko Zarrabeitia Salterain (Abadiño, Vizcaya, 2 de junio de 1981), quien también había sido encuadrado en el aparato militar, en tareas de aprovisionamiento a los comandos. Esta segunda detención puede romper la línea de continuidad en la jefatura militar e incluso crear un vacío temporal de poder entre los pistoleros. Por eso Rubalcaba se despidió ayer casi como hace 21 días. "No sé si algún terrorista está pensando sustituir a Iriondo, pero sí puedo decir que desde este momento estamos buscándole y así una y otra vez hasta que esto termine".

LOS TRES ÚLTIMOS DETENIDOS

Éstos son los rostros de los tres detenidos ayer en Gerde (Francia). Figuraban en los carteles de los terroristas más buscados. El primero por la izquierda es Aitzol Iriondo, de 31 años, presunto sustituto de Txeroki. El del centro es Eneko Zarrabeitia, de 27 años, quien supuestamente se había convertido en su mano derecha. Por último, Aitor Artetxe, de 33 años, ex miembro del comando Vizcaya.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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