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El nuevo sistema lleva al límite el reparto de recursos entre el Gobierno y las comunidades

Alejandro Bolaños

"Este modelo no es para toda la vida, habrá que volver a negociar". El aviso a navegantes de Joan Ridao, portavoz de ERC en el Congreso, evidencia que el nuevo sistema no zanjará el debate sobre la financiación autonómica. Pero también es cierto que el modelo que se somete hoy al Consejo de Política Fiscal y Financiera apura el margen que hay en el reparto de dinero entre el Gobierno y las comunidades.

El nuevo modelo, además de elevar de forma notable los recursos, lleva al límite la cesión a las comunidades de la recaudación de los principales impuestos: 50% del IRPF, 50% del IVA y 58% de impuestos especiales.

- ¿Es el modelo definitivo? No, al menos en el ámbito político. La oposición de PP y CiU, dos fuerzas que pactaron el sistema de 1997, y las advertencias de ERC auguran una reapertura de las negociaciones en 2013, fecha que prevé el sistema para su revisión. Otra cosa es que los cambios que se produzcan entonces sean profundos: las comunidades más pobladas (y con más peso político) salen bien paradas en el nuevo modelo, aunque no todas lo admitan ahora.

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- ¿Por qué se opone el PP? No hay una única respuesta. Los Gobiernos de Castilla y León y Galicia esgrimen el fundado temor de que el nuevo sistema les hará perder peso en el reparto de dinero en beneficio de comunidades más pobladas. Las razones de los Gobiernos de Madrid y Comunidad Valenciana son más dudosas: el sistema les beneficia, pero optan por explotar el filón político de que Cataluña, también poblada y rica, pueda sacar más.

- ¿Por qué se opone CiU? La razón política (no admitir los logros del tripartito) se superpone en este caso a los argumentos técnicos. Los supuestos incumplimientos del Estatuto catalán (retraso en la aplicación del acuerdo, el reconocimiento del sobrecoste de atender a los inmigrantes, la garantía de que Cataluña no pierda posiciones en el sistema tras aplicar las transferencias estatales) pesan mucho menos que lo que sí se cumple.

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