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La lucha contra ETA

El 'número dos' de Aguirre tacha a los socialistas de cobardes y felones

El PP impone su mayoría en Madrid para aprobar una moción sobre ETA

La Asamblea de Madrid se convirtió ayer en el patio trasero del gran vecindario de la política nacional. El PP impuso su mayoría para aprobar su proposición, en la que se conminaba al Gobierno a que vuelva al "espíritu y la letra del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo". El vicepresidente regional, Ignacio González, acusó a los socialistas de "miserables y manipuladores" y de estar instalados en la "felonía y el engaño".

Los socialistas se abstuvieron y los diputados de IU votaron en contra de la Proposición no de Ley (PNL) del PP. Paradójicamente, los portavoces de los tres partidos coincidieron en su oposición a la banda terrorista, pero pusieron especial empeño en realzar las diferencias que les separan. Dos frases del portavoz popular, Antonio Beteta, resumían los derroteros por los que se desarrolló el debate. "¡Viva la unidad!", espetaba a los socialistas en tono sarcástico después de que éstos hubiesen conminado al PP a flexibilizar su postura, para luego rematar su alocución con un "voten nuestra PNL".

En el debate hubo de todo: insultos, acusaciones de usar el terrorismo como arma electoral, bostezos y hasta enfados. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, no quiso dejar pasar la ocasión, en un pleno extraordinario promovido por su grupo, para meter el dedo en el ojo al jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Reconoció la "buena voluntad" de los organizadores de la manifestación de hoy en Madrid y justificó su ausencia y la de su partido por la "confusión notabilísima que existe". Como si fuese el rival directo de Zapatero, se erigió en portavoz de su partido para decir que "cualquier intento de retornar al diálogo supondría la rendición de la democracia española y del Estado de derecho", sentenció.

El momento más áspero lo protagonizó su vicepresidente regional, Ignacio González, que salió al paso con exabruptos a las argumentaciones del líder socialista, Rafael Simancas, quien le recordó que tuvo el mismo lapsus que Zapatero cuando calificó de accidente el atentado de la T-4. A González se le concedió la palabra por alusiones para acusar a los socialistas de "miserables", "manipuladores" y de estar instalados en "la cobardía", "la felonía" y el "engaño". Visiblemente exaltado y ante el alboroto que había provocado en la bancada socialista remató su intervención con una sentencia: "Están empeñados en seguir negociando con ETA y hacer concesiones, pese al atentado del 30 de diciembre". Previamente, el líder de los socialistas madrileños reprochó a Aguirre su ausencia en la marcha de hoy, mientras que ha acudido "a manifestaciones en las que se grita Zapatero al paredón". Simancas apeló a la "unidad, unidad, unidad" de los demócratas y acusó a la presidenta regional de situarse al frente de una "minoría radical".

Ignacio González, sentado junto a Esperanza Aguirre durante el pleno de la Asamblea de Madrid.
Ignacio González, sentado junto a Esperanza Aguirre durante el pleno de la Asamblea de Madrid.MADRID.ORG
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