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El proceso para el fin del terrorismo

Los obispos dicen que no se puede reconocer a los terroristas como interlocutores políticos

Su última pastoral admite "indulgencia" para los etarras que renuncien a la violencia y la fuerza como forma de presión para obtener el poder

La Conferencia Episcopal se alinea contra la negociación con ETA. Al menos eso se desprende de su pastoral sobre la situación en España, hecha pública hoy, en la que afirman que "una sociedad libre y justa no puede reconocer explícita ni implícitamente a una organización terrorista como representante político legítimo de ningún sector de la población, ni puede tenerla como interlocutor político". El texto fue aprobado anoche con 63 votos a favor, seis en contra, tres abstenciones y un voto nulo.

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Además, el texto afirma que una sociedad justa podría arbitrar medidas de indulgencia contra los terroristas pero sólo en el caso de que hubieran renunciado a la violencia y la fuerza como forma de presión.

En el documento se hace una mención destacada a la unidad de España, aunque no se la califica como bien moral. "La unidad histórica y cultura de España", dicen los prelados "puede ser manifestada y administrada de muy diferentes maneras. En esta cuestión la Iglesia se limita a recomendar a todos que piensen y actúen con la máxima responsabilidad y rectitud, respetando la verdad de los hechos y de la historia, considerando los bienes de la unidad y de la convivencia de siglos, y guiándose por criterios de solidaridad y respeto hacia el bien de los demás".

"La Iglesia", añaden "reconoce la legitimidad de las posiciones nacionalistas, siempre que, como todo proyecto político justo, se justifiquen en referencia al bien común de toda la población directa o indirectamente afectada".

Los obispos valoran como positivo el "advenimiento de la democracia" y elogian los "grandes valores morales que, sobre el trasfondo de la reconciliación hicieron posible la Constitución de 1978; pero, a continuación, llaman la atención sobre el "peligro que supone dilapidar los bienes alcanzados y reabrir viejas heridas con una utilización de la 'memoria histórica' guiada por una mentalidad selectiva". El "laicismo radical y excluyente impulsado por algunos sectores, está en la base de algunas legislaciones, promovidas recientemente en España, que deterioran gravemente el bien común de una sociedad, formada en buena parte por católicos".

Respeto a la decisión de los jueces

La CEE recalca también que para mejorar la democracia "es absolutamente necesario respetar el recto funcionamiento de las instituciones, especialmente la autonomía del poder judicial y la libertad de los jueces", así como el respeto y protección de la libertad religiosa. A la vez, los obispos realizan "un ejercicio de autocrítica" y reconocen que "también la falta de clarividencia y de vida santa entre los católicos han contribuido el oscurecimiento de la fe y al desarrollo de la indiferencia y del agnosticismo teórico y práctico, en nuestra sociedad".

Alertan también, en las circunstancias actuales a los católicos, para que eviten el "riesgo de adoptar soluciones equivocadas", como la tentación de caer en la desesperanza, en el enfrentamiento -las diferencias no tienen por qué degenerar en conflictos", y el "sometimiento, que cede a la tentación de diluir la propia identidad e incluso renunciar a ella para acomodarse el contexto social".

El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, presenta el documento.
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, presenta el documento.EFE

Las críticas de IU

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, ha tiildado de "ultramontana" a la CEE, a la que ha acusado de ejercer "más como derecha dura que como autoridad moral de los católicos". El líder de IU ha reprobado el comportamiento de la jerarquía eclesiástica tras las "concesiones" hechas por el Gobierno en materia de financiación o enseñanza.En su opinión, la CEE "sólo le da bofetadas" al Gobierno y no da a entender que hay una "'pax' firmada" con él. "Ni siquiera mediante las genuflexiones del ministro de Exteriores (Miguel Ángel Moratinos) la Iglesia se aplaca. Consideran que esa genuflexión es una subordinación, así que están sobrados, hacen manifestaciones partidistas y hacen declaraciones políticas", ha añadido Llamazares.

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