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La oferta de Solbes de dar más dinero topa con las críticas de las autonomías

El Gobierno lanza una propuesta de financiación que prima la población

Claudi Pérez

El Gobierno dio ayer un paso adelante en el debate territorial -el segundo en sólo tres días, tras las polémicas balanzas fiscales- con la presentación de una propuesta "de bases" para la esperada reforma del modelo de financiación.

El vicepresidente augura una "difícil" negociación con las comunidades

La oferta del Ejecutivo es vaga e imprecisa en muchos aspectos, pero despeja dos incógnitas fundamentales: el Estado pondrá sobre la mesa recursos adicionales (aunque se desconoce cuánto dinero más), y repartirá el dinero en función de la población actualizada como criterio básico (corregida por variables aún por decidir). Además, garantiza la financiación de todas las competencias transferidas (pero no dice cómo), y eleva la cesta de impuestos de las autonomías hasta un difuso "en torno al 50%" del IRPF, IVA e impuestos especiales. El vicepresidente Pedro Solbes auguró una negociación "larga y difícil". No se equivocó: las voces críticas se alzaron de inmediato.

Varias comunidades, con Cataluña y los Gobiernos regionales del PP a la cabeza, expresaron un sonoro rechazo. La mayoría de las del PSOE prefirieron esperar hasta tener más datos. Pero los apoyos del Ejecutivo se verán en breve: la propuesta se debatirá el próximo martes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con Solbes ante todos los consejeros de Hacienda autonómicos.

El modelo de financiación es tan viejo como el Estado de las autonomías, y suele repetir clichés. Cataluña abre fuego al plantear cambios y levanta una polvareda fenomenal; se inician así negociaciones a cara de perro, y al final se alcanza un acuerdo que no deja satisfecho a casi nadie.

Ese guión también es válido esta vez: el Gobierno catalán levantó ampollas hace meses al lanzar su propuesta. Y ahora, tras la del Ejecutivo, las autonomías no han tardado en abrir fuego. El tripartito catalán tachó la propuesta de "decepcionante, insuficiente y preocupante". "Es una oferta-trampa con gato encerrado", afirmó Castilla y León (PP). Madrid se descolgó con un comunicado en el que asegura que la política "de castigo" de Zapatero "ha impedido la creación de 22.756 empleos" en la comunidad, y aseguró que la propuesta "encubre una subida de impuestos". Otras optaron por la cautela, a la espera de una mayor concreción.

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En una rueda de prensa multitudinaria, Solbes consiguió administrar la suficiente ambigüedad como para que ninguna comunidad quede del todo satisfecha, ni todo lo contrario. La oferta "no es una maniobra de distracción", se defendió. Y aseguró que el Estado aportará más dinero "teniendo en cuenta tanto la población actual como la evolución de los últimos años, y en función de la estabilidad macroeconómica".

Los trazos del nuevo sistema aún son difusos. El reparto del dinero se realizará en función de la población actualizada -los cambios sufridos en los últimos años han dejado obsoleto el anterior sistema-, ajustada por varios factores. "Si no hay acuerdo por unanimidad para corregir la población, se dejará el sistema como está actualmente", dijo el vicepresidente, que apenas quiso entrar en el debate más espinoso: el de la solidaridad.

El fondo de suficiencia (el mecanismo de solidaridad actual) se limitará a financiar sanidad, educación y servicios sociales, tal como pedía Cataluña. Pero a diferencia de lo que dice el Estatuto, Solbes abre el abanico de esos servicios sociales "a todas las competencias transferidas, como la justicia". Es decir, a casi todo.

El ministro de Economía pareció cómodo con los numerosos interrogantes que deja sin responder. Y cerró con elegancia: "En otoño habrá que pasar de las musas al teatro".

ANTONIO BETETA Madrid: "No lo aceptaremos si supone más impuestos"

Madrid teme que el sistema de financiación que propone Pedro Solbes encierre una trampa: subidas de impuestos para conceder más recursos a las autonomías. "Si para cubrir las necesidades que tienen asignadas las comunidades y financiar esos servicios a la población adicional hay que recargar con impuestos a todas las comunidades, no aceptaremos el modelo", señaló el consejero de Economía y Hacienda, Antonio Beteta, del PP. Madrid cree que en la idea del ministerio "caben infinitas interpretaciones".

Tampoco la Comunidad Valenciana derrocha entusiasmo. "Hay un millón de valencianos invisibles", espetó al Gobierno Antonio Clemente, diputado del PP en el Parlamento autónomo.

ANTONI CASTELLS Cataluña: "Es decepcionante y preocupante"

De "decepcionante, insuficiente y preocupante" calificó ayer el consejero de Economía de la Generalitat de Cataluña, Antoni Castells, las bases de la propuesta de Solbes. Criticó que es "muy genérica" y señaló que a estas alturas del calendario "es un poco preocupante": "Ya tendríamos que estar concretando un poco más". El Estatuto catalán fija el 9 de agosto como fecha límite para alcanzar un acuerdo de principios. Sobre el contendio, dijo que no está demasiado contento con los grandes principios y advirtió de que su Gobierno "no aceptará un mal acuerdo, ni un sistema que no responda fielmente al Estatuto". "Y nos gustaría -prosiguió- que no sólo fuese el Gobierno, sino todo el país el que dijese que no".

JOSÉ ANTONIO GRIÑÁN Andalucía: "Echo en falta ideas para la financiación local"

Como otros responsables autonómicos, José Antonio Griñán cree que aún queda "mucho por concretar", pero el vicepresidente económico andaluz recalcó que las ideas expuestas por Solbes "coinciden, más o menos, con el modelo de la Junta de Andalucía". Griñán saludó que se prime la población en el reparto del dinero -"no nos oponemos a que se valoren otras variables, como el territorio", matizó-, que se estudie un reparto específico para educación y que se eleve al 50% la cesión de los principales impuestos. También apoyó que el Estado compense por el aumento demográfico desde 1999 y defendió que cualquier cambio se decida "por consenso". "Echo en falta ideas para la necesaria reforma de la financiación local", añadió.

CARLES MANERA Baleares: "Está bien, pero está por ver cómo se cierra"

No todo fueron críticas. El consejero de Economía del Gobierno balear, el socialista Carles Manera, explicó que "ve bien" la cesión de impuestos a las comunidades -un 50% en IRPF, IVA y especiales-, aunque destacó que lo importante en la reforma "será ver cómo quedan las reglas de modulación, que son las que cerrarán todo el sistema". Entre las comunidades menos dinámicas -que han formado un frente para impedir que la población sea la única variable en el reparto del dinero-, tanto Extremadura como Galicia coincidieron en decir que es pronto para evaluar la propuesta. "Lo que no hay ni debe haber es alguna relación entre balanzas fiscales y financiación autonómica", advirtió el presidente gallego, Emilio Pérez Touriño.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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