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La política de alianzas tras el 27-M

El pacto de progreso para gobernar Baleares impone un veto a las grandes construcciones

El socialista Francesc Antich, futuro presidente, cierra la alianza con UM y espera integrar al Bloc

El candidato socialista a presidente de Baleares, Francesc Antich, anunció ayer por la tarde el acuerdo global "prácticamente cerrado" con el partido bisagra Unió Mallorquina (UM) para formular "una alternativa clara y progresista" desde un Gobierno de centro izquierda, que tenga "una importante huella social y económica". Por su parte, UM (6% de los votos en las últimas elecciones) dio "por cerrado" el pacto con los socialistas, tras el tercer almuerzo celebrado entre la líder de esa formación, Maria Antònia Munar, y el máximo representante de los socialistas, Francesc Antich.

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Desde la noche del 27-M, ambos trabajaron para sustituir al PP en las principales instituciones de las islas, situación que ha provocado la renuncia del líder conservador, Jaume Matas, al no poder formar Gobierno por falta de apoyos.

En las bases programáticas de la nueva mayoría se trasluce un rechazo a nuevas grandes infraestructuras de impacto territorial, y el compromiso de vetar grandes operaciones inmobiliarias, con el objetivo de combatir el urbanismo salvaje y en aras a un ordenamiento "equilibrado y sostenible".

Antich se ha marcado una línea de prudencia. En cuatro semanas de negociaciones, el dirigente del PSOE se ha negado a "radiar" -así lo recordó ayer- el sentido de los debates con sus futuros socios de Gobierno y sólo ha hablado dos veces ante los periodistas desde que empezó a gestar el nuevo pacto.

El secretario general de los socialistas es consciente de la alarma y movilización que entre determinados empresarios generó la anterior experiencia de izquierdas que encabezó él, entre 1999 y 2003, y que terminó con una nueva mayoría absoluta del PP, encabezado por Jaume Matas. Ahora, los portavoces patronales y turísticos no han sido beligerantes contra la izquierda, ni en la campaña ni después de las elecciones.

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Viviendas protegidas

El PSOE ha dibujado como estratégica la acción de protección territorial y de acción social para las viviendas protegidas. Espera gestionar el área de Vivienda y Ordenación desde el Gobierno y controlar el Urbanismo en cada una de las islas, donde presidirá los respectivos consejos. La alcaldesa de Palma, Aina Calvo, asumirá el área de Urbanismo de manera directa.

Los socialistas quieren acelerar el plan estratégico de su campaña electoral, que alude a la edificación de 20.000 nuevas viviendas públicas, con atención especial a los jóvenes. Además, esperan impulsar iniciativas de restauración de núcleos urbanos en declive y de áreas turísticas, con la finalidad de intentar animar la actividad del sector de la construcción.

El Gobierno del PP impulsó durante los últimos cuatro años grandes obras públicas viarias y muchos equipamientos sociales y edificios escolares. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pactó con el Ejecutivo de Matas, del PP, y el Ayuntamiento lanzar la reforma integral de la hotelera y residencial playa de Palma, la cuna del turismo de masas, en la década de los años 60. Ésta es una de las bazas de Antich y Calvo hacia el poderoso sector turístico y la patronal de la construcción.

El pacto de centro izquierda de Palma de Mallorca, cerrado el pasado día 16 con los mismos partidos -PSOE, UM más el Bloc de Izquierdas-, anticipó cuál sería la primera bandera a alzar. El documento suscrito fue denominado por "la gobernabilidad y el futuro sostenible".

La alcaldía de Palma, del PSOE, con el apoyo de UM y la izquierda alternativa del Bloc, pretende asumir compromisos de freno a la planificación de importantes proyectos urbanos ya en marcha, decididos por el PP y que, en algún caso, cuentan con licencias de última hora otorgadas tras las elecciones por parte del Ayuntamiento en funciones.

En el texto del pacto se recalca que en algún caso "se suspenderán las licencias de urbanización de la fachada marítima" de Palma, y se detallan rebajas en otras infraestructuras.

Antich asegura por primera vez para el PSOE la presidencia de Baleares, del Consell de Mallorca (Francina Armengol) y de la alcaldía de Palma (Aina Calvo) mientras que Maria Antònia Munar (UM) será elegida presidenta del Parlamento el próximo martes.

Francesc Antich,  candidato del PSOE a presidente de Baleares, y Francina Armengol, dirigente socialista en Mallorca.
Francesc Antich, candidato del PSOE a presidente de Baleares, y Francina Armengol, dirigente socialista en Mallorca.EFE

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