Un parapentista ebrio acosa a los bañistas en Salou

El primer fin de semana de sol y playa terminó con susto para los bañistas de la turística localidad de Salou (Tarragona). El centenar de personas que optaron por acercarse al litoral en la tarde del pasado domingo sufrieron las aparentes embestidas de un parapente a motor pilotado por A. A. V., vecino de Lleida de 42 años. El hombre se dedicó a realizar maniobras peligrosas como vuelos rasantes sobre la arena, acrobacias junto a edificios cercanos y vuelos rozando el cableado eléctrico de la zona entre la incredulidad de los paseantes. Los propios bañistas alertaron a la Policia Local, que detuvieron al hombre y abrieron diligencias en su contra por un delito de imprudencias y conducción bajo los efectos del alcohol. El piloto, un experto en el manejo del parapente que se hallaba de fin de semana en la localidad, según fuentes municipales, insistió en que la embriaguez no afectaba su capacidad de pilotaje.

El sujeto despegó a media tarde y se dedicó a improvisar acrobacias a menos de diez metros de altura en una playa plagada de bañistas, ha informado la policía local. "Puso en peligro su vida y la de quienes estaban en la playa", ha añadido un portavoz municipal. La Policia Local se dirigió a la zona tras recibir una avalancha de llamadas alertando sobre un parapentista acróbata que se dedicaba a atemorizar a los paseantes. Nuevos avisos llegaron de otras partes de la localidad: el piloto también se alejó de la playa para realizar más acrobacias entre los edificios del núcleo urbano. Hasta que los agentes lograron localizarlo y forzar el aterrizaje del parapente mediante señas y avisos acústicos.

El aparato se posó en plena playa con el piloto reclamando explicaciones por la actitud policial, subrayan fuentes municipales. Pese a las quejas, no volvió a despegar: los agentes recriminaron al hombre que estaba infringiendo la norma de vuelos y se le prohibió que retomara las acrobacias. Las imprudencias e infracciones que realizaba no están permitidas según el reglamento, ya que no se pueden sobrevolar zonas de gran afluencia (como la playa en ese momento) ni acercarse a menos de 50 metros de edificios o cableado eléctrico.

El parapente no es una actividad propia de la zona aunque en los últimos años se han abierto escuelas de vuelo y agencias de viajes de aventura para diversificar el modelo de sol y playa que monopoliza la localidad. El Ayuntamiento ha pedido sentido común y ha recordado que Salou no cumple las condiciones adecuadas para los vuelos que impliquen cualquier tipo de peligrosidad.