Un paso insuficiente

Que quien ha sido el brazo político de ETA -y sigue siéndolo, mientras no muestre claramente lo contrario- logre la incorporación a su nueva estrategia independentista por vías pacíficas del partido del ex lehendakari Carlos Garaikoetxea, es un logro político en clave interna.

Sin embargo, su esfuerzo sigue siendo insuficiente, porque sus expresiones pacifistas son genéricas y aún no queda clara su desvinculación de ETA. Esa prueba está por llegar. Se comprobará por ejemplo en el caso de que ETA cometa un atentado. Los dirigentes de la izquierda abertzale dicen que están dispuestos a condenarlo, aunque confían en no verse sometidos a esa prueba. Esperan, más temprano que tarde, un comunicado de ETA renunciando a la violencia.

Llegados a este punto, su siguiente paso crucial será, previsiblemente hacia el final del verano, la creación de un nuevo partido con unos estatutos en los que se apueste por "vías pacíficas y políticas". Tratarán de ese modo de presentarse a las elecciones municipales en un clima de no violencia. E incluso cuentan con la cobertura política de EA, con la que ayer firmaron un acuerdo de colaboración estratégica.

Pero le dé las vueltas que le dé, la izquierda abertzale tendrá muy difícil regresar a la legalidad si no logra el cese definitivo de ETA -no vale una tregua parcial- o se desmarca claramente de la banda. Y aún no ha sucedido ni lo uno ni lo otro.