El patrón sabía que no hubo desembarco

Algo más recuperados, los ocho tripulantes gallegos del Alakrana prestaron ayer declaración en los juzgados de Vigo ante el magistrado de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz. Fueron dos horas de recuerdos de 47 días de calvario en el océano Índico. Posteriormente, ante los medios de comunicación, el patrón del atunero, Ricardo Blach, desveló el contenido de la conversación mantenida con el armador el 5 de noviembre, cuando los marineros anunciaron a sus familias bajo presión que tres tripulantes habían sido llevados a tierra: "Yo casi sabía, no al 100% pero sí al 90%, que estaban a bordo pero no podía decirlo porque nuestras vidas corrían peligro". Precisamente uno de los marineros desembarcados, Joaquín Fernández, reconoció ayer que sólo permanecieron fuera del atunero "5 ó 10 minutos", sin llegar a pisar la playa. "Estuvimos muy cerca de tierra", agregó.

Casi paralelamente, en el debate en el Congreso de los Diputados, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y la ministra de Defensa, Carme Chacón, intentaban dar una versión coincidente del desembarco. De la Vega aseguró: "El Gobierno supo en todo momento dónde estaba toda la tripulación". "Les garantizo que así fue en todo momento y de manera permanente", subrayó a los diputados.

Chacón, por su parte, fue más concreta: "Los informes de nuestra inteligencia en zona, así como la inteligencia aérea de nuestros aliados, nos informan de que efectivamente tres tripulantes han sido desembarcados, nos advierten de que esa mañana se habían producido diversos movimientos de esquifes entre el barco y tierra, y también nos confirman que los movimientos en tierra siempre se hacen a un mismo punto cercano a la playa".

"Poco después", prosiguió la ministra, "recibimos nueva información: que los tres tripulantes han sido devueltos al barco, lo que finalmente nos confirma el primer ministro somalí. Más tarde, fue el propio patrón del barco quien nos solicitó que dejáramos de hablar sobre el regreso a bordo de estos tripulantes para evitar posibles represalias de los piratas sobre la tripulación. Y a partir de ahí, por responsabilidad, lo hicimos".

Los marineros que comparecieron ante Pedraz revivieron los peores momentos del cautiverio. Secundino Dacosta recordó cuando uno de los piratas, tras lanzar varios tiros al aire, les instó a llamar a sus casas "para despedirnos". "El que más y el que menos, pues, cagado".

También ofrecieron nuevos detalles relativos a la liberación. A Joaquín Fernández le tocó hacer "un par de viajes para llevar a los somalíes a tierra". "Cuando iba en el bote me saqué la camiseta por si pasaba algo para que vieran que iba un blanco", dijo. "No sabía lo que me podía pasar".

Los ocho tripulantes gallegos, que declinaron comentar lo que le habían contado al juez, descartan, "de momento", personarse como acusación contra los dos piratas detenidos en España, que dijeron les sería "imposible" reconocer. Tampoco Pedraz les ofreció fotos para ello. "Lo mejor es que vuelvan a su país", manifestó Joaquín Fernández.

Los marineros reiteraron el agradecimiento a sus familias, y a las instituciones y destacaron el papel de los militares. "Se han portado no como soldados sino como caballeros". "Lloraron con nosotros y nos ayudaron a adecentar la nave", apuntó Fernández. La mayoría de la tripulación recibe hoy asistencia psicológica.