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Reportaje:El Gobierno cumple un año

La peor cartera en el peor año

Salgado sufre en Economía los golpes de la crisis más dura

Luis Doncel

Pedro Solbes había agotado la paciencia del presidente. Las distintas recetas que José Luis Rodríguez Zapatero y su ministro de Economía tenían para salir de la crisis les llevaron al convencimiento mutuo de que era mejor dar paso a otra persona. Entonces surgió el nombre de Elena Salgado, una ministra con perfil bajo que se había ganado la fama de trabajadora y buena gestora. Con ella parecía que se relajarían las resistencias que tenía el tío Pedro —nombre con el que se referían a Solbes algunos ministros— para subir el gasto público. Y confirmó esa sensación nada más ser nombrada. "Hay margen fiscal. No puede no haberlo", declaró en abril del año pasado, en abierta contradicción con su predecesor.

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La paradoja es que la ministra, que por entonces decía que no era "hora de pedir sacrificios a los españoles sino de infundirles entusiasmo", se ha visto obligada por el recrudecimiento de la crisis a aprobar una de las mayores subidas de impuestos de la historia moderna de España, y un muy severo plan de ajuste de gastos. Y es que en su primer año al frente de Economía, Salgado ha tenido que tragarse unos cuantos sapos con forma de datos macroeconómicos: 1,1 millones nuevos parados en 2009, un periodo en el que la caída del PIB —3,6%— marcó un récord.

La ministra aduce que no ha cambiado su discurso sino que lo ha adaptado a las circunstancias. El economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, comparte esta opinión. "Supo ver bien cuándo tenía que aprobar planes de estímulo y cuándo, en el momento en el que surgieron los famosos brotes verdes, tenía que emprender un plan de ajuste muy ambicioso", señala. Más crítico es Emilio Ontiveros, consejero delegado de AFI. "Ha tenido la mala suerte de llegar en el peor momento. Pero creo que también ha fallado al tratar de vender una imagen de dinamismo, de presentar muchas medidas en las que no se diferenciaba lo urgente de lo importante. Lo perentorio ahora es estabilizar el sistema financiero y llegar a un gran acuerdo de saneamiento de las finanzas con el PP. Quizá debería haber hecho menos cosas de cara a la galería para restablecer la confianza", opina Ontiveros.

La creciente preocupación por la economía ha hecho que su figura acapare cada vez más las fotos en detrimento de otros compañeros de Gobierno, con los que en algún momento ha chocado. Es el caso de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández De la Vega, que ha protestado en alguna ocasión por la tendencia de Salgado a no dejarse coordinar, al contrario que Solbes. Un rasgo coherente con la personalidad de una mujer muy trabajadora y obsesionada por controlar los detalles, que somete a sus colaboradores a unas jornadas difíciles de seguir para algunos.

Un ex alto cargo del Gobierno que no simpatiza con ella la describe como una persona "agradable con sus iguales, muy agradable con sus superiores, pero que puede resultar muy desagradable con sus subordinados". Una dureza y un afán de trabajo que le van a resultar muy importantes para lograr el objetivo que se ha marcado: sacar a España de la peor recesión que se recuerda.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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