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Estado de alarma

Un plan para 'civilizar' el cielo español

Fomento ha puesto en marcha medidas para liberalizar el control aéreo, pero no ha conseguido su objetivo de sacar el concurso sobre las torres en octubre

El conflicto entre AENA y los controladores aéreos lleva una década cargando explosivo, pero fue el cambio de las condiciones de trabajo por decreto en febrero pasado el que encendió la mecha de una bomba que terminó por explotar el pasado viernes con el motín de los controladores y su militarización. El Gobierno había intentado desde principios de año civilizar el servicio de tránsito aéreo (con la liberalización de las torres de control y de la formación de controladores, entre otras medidas) pero su plan no ha dado aún los resultados apetecidos.

- Las condiciones de trabajo. Ante el estancamiento de la negociación del convenio, y a punto de caducar el acuerdo que prolongaba la jornada de los controladores, la empresa pública AENA se levanta de la mesa y el 5 de febrero el Gobierno cambia por decreto las condiciones de trabajo vigentes desde 1999. Se trataba de rebajar los sueldos de los controladores y las tasas de navegación (las de ruta, que recauda Eurocontrol, son las más caras de Europa porque tienen que repercutir los costes) y de disponer de suficientes horas de trabajo al reorganizar el de los controladores.

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En la propia exposición de motivos del decreto se arguye que la "vía negociadora no es suficiente" y se explica que los controladores tienen que trabajar por convenio 1.200 horas pero que se realizan 600 más de media al año (que se pagan casi al triple que la hora normal) para poder garantizar el servicio. El decreto fija 1.750 horas anuales (la media de horas trabajadas en 2009) de jornada laboral ordinaria, reduce los tiempos de descanso durante el trabajo y capacita a AENA para determinar unilateralmente la configuración operativa de los aeródromos y la fijación del personal necesario.

El decreto se tramita luego como ley, que se aprueba el 14 de abril. En ella, se reduce la jornada a 1.670 horas, al descontar de las 1.750 de media las 80 extraordinarias que como máximo establece el Estatuto de los Trabajadores. Pero también se añadió la retirada operativa obligatoria para los mayores de 57 años, que afectaba a 67 personas, lo que provocó falta de personal en algunas dependencias, según admitió AENA.

El Ejecutivo reculó, pero como la reforma legal no se publicó a tiempo (el 22 de octubre, una semana después de la fecha límite), los controladores han perdido la habilitación al haber estado seis meses fuera de su puesto. De ellos, 16 han recuperado la habilitación, 26 están en el proceso, 13 no quieren volver a la frecuencia y el resto se ha jubilado o permanecerá no operativo.

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- Liberalización de las torres. El plan civilizador incluía la retirada de AENA de los servicios de control de torre por una doble vía: su sustitución por el servicio de información de vuelo (AFIS, donde no hay controladores sino solo informadores de las condiciones meteorológicas y operativas) en los aeropuertos más pequeños y la entrada de nuevos proveedores de servicio privados. Con ello, AENA lograría reorganizar sus recursos para centrarse en el control de ruta (sobrevuelos) "que debe conservar en todo caso por su vinculación a la soberanía del Estado", dice la ley de abril.

Para poner en marcha estas medidas se aprobaron las correspondientes normativas, pero han surtido escaso efecto. De momento, solo la empresa pública Ineco está certificada para prestar el servicio AFIS en La Gomera. Se designó el de El Hierro para seguir ese camino pero se dio marcha atrás por las presiones del Cabildo insular. Los controladores siguen dando servicio a los vuelos comerciales (de Binter, con 10 operaciones diarias) en el horario normal del aeropuerto, de 8.30 a 18.30. Como solo opera con luz solar, el servicio AFIS solo cubrirá los vuelos (principalmente médicos) en las pocas horas restantes entre el orto y el ocaso.

Tampoco la liberalización de las torres ha dado resultado de momento. El ministro José Blanco explicó el 22 de julio en el Congreso que pretendía "en octubre lanzar el concurso correspondiente para que antes de que finalice el año pueda haber seleccionado los nuevos proveedores" privados del servicio de control de torre.

Al día siguiente el Gobierno aprobó la normativa para la certificación de los nuevos proveedores por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, pero de momento no consta ningún operador privado certificado.

AENA también tiene planes para quitar a los controladores del servicio de plataforma (que guía a los pilotos en el rodaje hasta las pistas en aeropuertos grandes) y sustituirlos por técnicos, pero aún no se ha desarrollado la normativa para ello.

- La formación de nuevos controladores. Otra de las medidas adoptadas para incrementar el número de controladores a medio plazo ha sido la liberalización de la formación de esos profesionales. La trasposición de la directiva europea se produjo en octubre de 2009, con año y medio de demora sobre la fecha límite, lo que provocó dos llamadas de atención de Bruselas. Esa directiva establece las normas de la licencia comunitaria de controlador y su reconocimiento por los Estados, de modo que permite contratar profesionales extranjeros, a los que luego solo habría que habilitar para el puesto de trabajo concreto.

Hasta ahora, AENA solo formaba (a través de la también empresa pública SENASA) a los profesionales que luego iba a contratar. El alumno no debía pagar nada por sus 20 meses de formación, pero el coste para AENA era de unos 300.000 euros, según la empresa pública. La última promoción de controladores se convocó en 2006 (hubo otra en 2008 que se canceló) y aún se está incorporando.

SENASA, el único proveedor de formación certificado en España por el momento, ha puesto en marcha un programa de formación de 300 controladores hasta 2012. El curso básico (solo de torre) cuesta 45.760 euros, aunque hay posibilidad de obtener créditos blandos. La primera promoción (48 personas) saldrá de la escuela en mayo.

Pero hay otro asunto relacionado con la formación que ha puesto más palos en las ruedas de la Administración. La licencia europea obliga a cumplir unos requisitos de competencia en inglés antes del 5 de marzo, pero muy pocos controladores se han presentado a los exámenes (en SENASA y también en la empresa privada Gestair).

- Privatización de AENA. El Gobierno dio el pasado viernes el primer paso para la privatización parcial de AENA y la concesión de la gestión a privados de los grandes aeropuertos, con el envío de un decreto al Parlamento. El Gobierno espera obtener 9.000 millones con la venta del 49% de AENA, si bien no está decidido qué cantidad se destinará a enjugar la deuda de la empresa, debida a las enormes inversiones en los aeropuertos de los últimos años. Sin tener en cuenta esa posibilidad, la entidad espera entrar en beneficios en 2014, con una deuda de 13.000 millones. Pese a la rebaja de algunas tarifas aeronáuticas por la bajada de sueldos de los controladores, los costes aeroportuarios para las aerolíneas serán un 7,6% mayores en 2011.

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