_
_
_
_
_
Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una política de perfil amable para desatascar conflictos

Rosa Aguilar debe pacificar la guerra del agua y aplicar la Ley de Costas

La nueva ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino funde en su persona las tres pinceladas con las que José Luis Rodríguez Zapatero ha dibujado su renovado Gobierno: perfil político muy claro, trayectoria de gestión y gran capacidad de comunicación. Además, posee un contrastado pedigrí progresista. Rosa Aguilar (Córdoba, 1957) fue durante muchos años el emblema de IU y su mejor activo. En abril de 2009 dio un salto con pértiga desde la alcaldía de Córdoba (la única capital que gobierna esta formación) para formar parte del Gobierno andaluz de José Antonio Griñán como consejera de Obras Públicas, en calidad de independiente. En Andalucía ha ocupado un lugar destacado en las encuestas y sobresale por su cercanía y habilidad para desatascar conflictos.

Más información
Zapatero se encomienda a Rubalcaba para rescatar al Gobierno y al PSOE
Josefina Cruz promete su cargo como consejera

Pero no es para nada una técnica. Carece de experiencia en la cartera para la que ha sido llamada. De hecho, ayer, cuando se le preguntó, echó mano del socorrido capote con el que suele torear los asuntos espinosos: "El que una andaluza esté aquí no es casual, es una realidad la importancia que tiene el medio ambiente y la agricultura en Andalucía. Me voy a volcar en este trabajo desde el diálogo". En los próximos meses pondrá a prueba la eficacia de ese diálogo: tiene pendiente la aprobación de los planes de cuenca, que ordenan el uso del agua en las demarcaciones y que enfrentan a las autonomías; debe detener la ofensiva contra la Ley de Costas; y sobre todo, hacer que se vea que existe una política ambiental. Los ecologistas dudan de que tenga credenciales verdes para recuperar el discurso.

Mucho diálogo y mano izquierda

- Planes de cuenca. El Gobierno debe conciliar los intereses de las comunidades autónomas enfrentadas entre sí para aprobar los planes de cuenca, que ordenan las demarcaciones.

- Poner en valor la política ambiental. Rosa Aguilar tendrá que capear el descontento de los ecologistas y evitar que creen un partido político, así como que se vea la apuesta por la política ambiental, desdibujada en la etapa de Espinosa.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_