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Juicio por el mayor atentado en España

Los presuntos autores materiales del 11-M intentan devaluar las pruebas en su contra

Zougam utilizó un tono suave en sus respuestas, mientras Ghalyoun se defendió con dureza

Los tres presuntos autores materiales de los atentados del 11-M, Jamal Zougam, Basel Ghalyoun y Abdelmajid Bouchar, que han sido identificados como tres de los islamistas que colocaron bombas en los trenes y por lo que la fiscal pide 38.656 años de prisión para cada uno, utilizaron ayer distintas fórmulas para tratar de desmontar las pruebas sumariales que les implican. Zougam intentó seducir con sus respuestas, Ghalyoun utilizó un montón de papeles para fundamentar su encarnizada defensa, mientras que Bouchar se perdió en un discurso caótico.

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Las pruebas que existen en el sumario contra Zougam son, en síntesis, que cuatro testigos lo sitúan en los trenes en las estaciones de El Pozo y de Santa Eugenia; que las tarjetas utilizadas en los móviles que activaban las bombas fueron adquiridas en su locutorio de telefonía y que Attila Turk declaró ante el juez en París que Hassan el Haski, el líder del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, le confesó en Francia que los atentados habían sido cosa de su jamaa (grupo) de marroquíes y mencionó a Jamal Zougam.

Este procesado alega que las identificaciones de los testigos que lo vieron en los trenes son ficticias puesto que tras su detención su imagen fue retransmitida por las televisiones de todo el mundo, y por tanto le reconocen porque han visto su foto previamente, no porque estuviera en los trenes, ya que el 11 de marzo de 2004 se levantó a las 10 de la mañana y su madre le preparó el desayuno. Respecto a las tarjetas de los móviles, Zougam no lo niega, pero alega que el grupo podría haberlas comprado en cualquier otra tienda. Sobre la acusación de que fue mencionado por Attila Turk no tiene explicación, pues asegura que no conoce a Turk ni a Hassan el Haski.

El estilo utilizado por Zougam fue suave, intentando seducir a la audiencia y al tribunal, aludiendo a su familia, a su madre y hermanos. Lo sorprendente de las explicaciones de Zougam fue que, pese a que nunca en estos tres años lo ha mencionado, ayer dijo que la policía había tratado de captarlo como confidente en dos ocasiones y que tras los atentados le detuvieron por "venganza".

La actitud de Basel Ghalyoun fue distinta. Hizo una defensa numantina de su inocencia, destacando las supuestas contradicciones de los testigos que le acusan. De forma rocosa fue desgranando números y tomos del sumario, descalificando a los testigos que le imputan. A Ghalyoun le reconocieron dos personas en el tren que hizo explosión en la calle Téllez y la noche anterior en Alcalá de Henares. Alojó en su domicilio de la calle Virgen del Coro, de Madrid, a uno de los suicidas, Rifaat Anouar Ashri, durante la noche posterior a los atentados. Rabei Osman, El Egipcio, le menciona como uno de sus hombres en la conversación que éste mantuvo con Mourad Chabarou. Además, en el desescombro de Leganés fue encontrado un documento que los peritos dicen que escribió, el denominado por la policía como "cuestionario de intenciones" y que son objetivos de un buen musulmán.

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Ghalyoun se defendió como gato boca arriba. Dijo que no había sido reconocido en persona, sino en fotografía, pero en la sala se proyectaron las fotos de cuando fue detenido y la fecha del reconocimiento y el procesado había engordado mucho y había cambiado notablemente su aspecto físico. Admitió que el suicida Rifaat había dormido la noche del 11-M en el local de Virgen del Coro, pero dijo que no le había invitado, sino que había abierto con su propia llave, puesto que allí había tenido su antigua habitación. Negó que hubiera escrito el papel incriminatorio encontrado en Leganés, a pesar del informe pericial que le implica, y finalmente hizo una pirueta.

En su declaración había dicho que Sarhane El Tunecino y Mustafá Maimouni, condenado en Marruecos por el atentado de Casablanca, habían justificado la realización de atentados contra España por la intervención en la Guerra de Irak. Ayer, matizó: cuando dijo "atentados" se refería a atracos a bancos o a joyerías, porque estaba justificado atacar los intereses económicos de los enemigos, pero no se refería a atentados con bombas y muertos. Las explicaciones, pese a su intensidad, carecieron de credibilidad.

BASEL GHALYOUN

"Serhane me dijo en agosto de 2003 que estaba justificado atacar a españoles, porque España estaba en la guerra de Irak contra los musulmanes. Yo dije que había dicho atentados, pero me refería a atentados a la autoridad, pero no bombas"

"Mustafá el Maymouni [condenado por el atentado de Casablanca] dijo que quería perpetrar atracos y robos en nombre del islam contra la propiedad privada. Llegué casi a las manos con él por sus ideas radicales"

"Fue Maymouni el que empezó a radicalizar a Serhane. [...] Éste se había declarado partidario del 11-S porque decía que Estados Unidos era enemigo del islam"

"La última vez que vi a Serhane fue en el restaurante de la mezquita de la M-30, el sábado antes del atentado"

JAMAL ZOUGAM

"Yo vivo en España, éste es como mi país, donde vivo y trabajo, y no puedo considerarlo mi enemigo"

"Un policía me dijo que si hubiera querido colaborar en 2001 no habría sido detenido. Entendí que mi detención era una venganza"

"No conozco a Mohamed Afallah y si hay llamadas a él desde mi teléfono es porque las hizo un compañero de gimnasio que estaba pidiendo presupuestos para una obra"

"La custodia de las tarjetas telefónicas la tiene mi socio, Mohamed Bekali, que las solía tener en su casa, de la que yo no tengo llaves"

"El 11 y el 12 de marzo fui a trabajar con normalidad y luego me fui al gimnasio. El viernes ya sabía que había aparecido la mochila con la tarjeta de teléfono"

ABDELMAJID BOUCHAR

"No tengo ninguna relación con los acontecimientos del 11-M ni conozco nada"

"Yo no he estado nunca en el piso de Leganés ni debería haber estado. No conozco a las personas que estaban allí"

"Salí el 4 de abril de España hacia Francia. Luego pasé por Bélgica, Holanda, Alemania, Austria, Hungría, donde pedí asilo político, y luego a Serbia"

"Yo estuve en España desde el 11 de marzo al 4 de abril y la gente que comete un crimen huye". "Primero pasé por Bilbao, adonde fui en autobús, y descansé. Luego me fui a San Sebastián y desde allí me fui en tren a Francia"

"Mi padre me echó de mi casa en enero de 2004 porque no llevaba dinero y no le gustaba que me dedicara al atletismo"

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