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Las previsiones apuntan a un otoño más cálido de lo habitual

Las temperaturas se situarán entre 1 y 1,5 grados por encima de los que suelen darse en esta estación

Si el verano que concluye hoy ha sido el más cálido en casi cuatro décadas, las previsiones apuntan a un otoño también más caluroso de lo habitual. Las altas temperaturas se concentrarán especialmente en las regiones mediterráneas, con valores que podrían situarse entre 1 y 1,5 grados por encima de los que suelen darse en esta época del año.

Las precipitaciones se mantendrán, en general, dentro de los valores normales, salvo en Baleares, donde se prevé una ligera tendencia a que el próximo trimestre sea más húmedo de lo habitual, según ha informado hoy la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

El otoño llegará al hemisferio norte mañana, 22 de septiembre, a las 23.19, y durará 89 días y 20 horas, según determina el convenio astronómico, aunque no será hasta el domingo 25 de octubre cuando tendrá lugar el cambio de hora y se recuperará el llamado horario de invierno.

Más información
España ha vivido el tercer verano más cálido desde 1970

Cuatro fechas de inicio

El comienzo de esta estación puede darse en cuatro fechas distintas (del 21 al 24 de setiembre). A lo largo del siglo XXI el otoño se iniciará en los días 22 y 23 de setiembre (fecha oficial española), siendo su inicio más tempranero el del año 2096 y el inicio más tardío el de 2003. Además, esta época del año es cuando la longitud del día se acorta más rápidamente, esto quiere decir, que el sol sale cada mañana un minuto más tarde que el día anterior y por la tarde se pone casi dos minutos antes, por lo que el acortamiento del día se hace especialmente apreciable por las tardes.

El verano, que ya acaba, ha sido extremadamente cálido en toda España y se sitúa como el tercero más cálido desde 1970, sólo superado por los estíos de 2003 y 2005, "en la línea del cambio climático", ha señalado el portavoz de la Aemet. Este último trimestre se ha caracterizado también por las escasas lluvias, un 30% por debajo de los valores normales, lo que le sitúa como el tercer verano más seco del siglo XXI, por detrás de los del 2001 y 2005.

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