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Los escándalos que afectan al PP

El rastro telefónico que delató a los espías de Granados

La ubicación de sus móviles probó queestuvieron siete días al lado de Prada

Los teléfonos móviles de los espías a sueldo de la Comunidad de Madrid siempre estuvieron a sólo unos metros de Alfredo Prada en mayo de 2008. Si el entonces consejero de Justicia iba a Sol, el repetidor de dicha plaza enganchaba a los teléfonos de los asesores de Francisco Granados, consejero de Interior. Si volvía a su casa, los teléfonos de los tres ex guardias civiles conectaban con el repetidor más cercano a ella. Si Prada iba a Chinchón o a Brea de Tajo, allí saltaba su conexión telefónica.

El informe policial sobre la actividad de los asesores-espías a sueldo de la consejería de Interior es demoledor. Apenas coteja "siete días significativos" de mayo de 2008 de los 35 partes de vigilancia, pero el resultado es elocuente. Telefónica los ubica, sin margen de error, por sus conexiones con las antenas usadas en cada instante. Hoy, esos teléfonos estarán enganchados a la antena más próxima a los juzgados de Plaza de Castilla, donde declaran por supuesta malversación de fondos públicos.

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- 7 de mayo de 2008. El parte de los espías reza lo siguiente: "A las 14.05 sale P [Prada] (de su trabajo) y se dirige a su domicilio, al que llega sobre las 14.15". ¿Dónde se hallan los espías a esas horas? "Los teléfonos usados por José Luis Caro y Antonio Coronado se encuentran en la zona de influencia de los repetidores Rubén Darío / Hermanos Bécquer, Don Ramón de la Cruz precisamente entre las horas 13.54 y las 14.14 horas. Tengamos en cuenta que el lugar de trabajo de Prada en tales fechas era la consejería de Justicia, sita en Madrid, calle Miguel Ángel 28, y su domicilio es en Madrid, calle de Núñez de Balboa [muy próximas ambas a los repetidores]", precisa el informe policial. El marcaje continúa: "A las 18.35 sale P (de su domicilio), toma el vehículo y se dirige a Sol". Y los teléfonos usados por Oreja y Coronado "se encuentran en la zona de influencia de los repetidores de Sol, donde reciben o emiten llamadas entre las 18.59 y las 21.07 horas".

- 12 de mayo de 2008. "Sobre las 13.15 horas llega P a la Asamblea". Y "los teléfonos usados por Oreja, Caro y Coronado se encuentran en la zona de influencia del repetidor Asamblea precisamente entre las 13.49 y 14.10". Sigue el espionaje: "En torno a las 21 horas sale P del trabajo y se dirige a su domicilio al que llega a las 21.10 horas. A las 22.00 horas y viendo que no hay movimientos desmontamos el dispositivo". Naturalmente, "los teléfonos usados por Caro y Coronado se encuentran en la zona de influencia de los repetidores de Hermosilla y Ayala, donde reciben o emiten llamadas entre las 21.28 y las 21.56". La policía resalta que dichos repetidores se encuentran junto a la vivienda y despacho de Prada.

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- 13 de mayo de 2008.

"Sobre las 12.20 horas detectamos el vehículo de P en el aparcamiento interno de Chinchón. En torno a las 18.15 horas sale P del parador en dirección Madrid, llegando a su trabajo sobre las 19.00". Y ese día y a esa hora los asesores de Granados, que negaron ante la policía haber seguido a Prada, nuevamente están cosidos a él. "Los teléfonos usados por Oreja, Caro y Coronado se encuentran en la zona de influencia de los repetidores de Chinchón, precisamente entre las 12.31 y 18.44".

"A las 19.35 horas sale P de su trabajo y toma dirección a su domicilio, al que llega sobre las 19.45". Sus custodios le siguen: "Los teléfonos usados por Oreja y Caro se encuentran en la zona de influencia del repetidor de Hermosilla, donde reciben o emiten llamadas entre las 19.49 y las 20.02 horas". Nuevamente, la policía recuerda que es un repetidor cercano a la casa y despacho de Prada.

- 20 de mayo de 2008. "Sobre las 16.35 horas sale P de su domicilio, a las 16.45 horas llega a Sol". El teléfono de Caro "se encuentra en la zona de influencia de Sol a las 16.45". Prada se mueve: "Sale de Sol a las 17.30 y se dirige a su trabajo al que llega a las 17.40 horas". Su sombra, Caro, le sigue: "Su móvil está a las 17.40 en Rubén Darío".

"A las 20.45 sale P de su trabajo, se dirige caminando hasta el Hotel Hesperia. Se reúne en el interior del hotel con un hombre de edad avanzada. Sobre las 21.45 P abandona el citado hotel". El móvil vuelve a delatar al espía Caro: "20.52 y 21.54 en hotel Hesperia". Los espías anotaron que fotografiaron a ese hombre de edad avanzada, que resultó ser Álvaro Renedo, ex director de Telemadrid, que horas antes se había reunido con Granados, molesto con la información de confidenciales vinculados con el ex antiguo amigo de Aguirre. Luego, Prada vuelve a su domicilio. Y el asesor de Granados, a tenor de su móvil, lo sigue fielmente: "Hermanos Bécquer, 18.21 horas; Rubén Darío, 20.45 horas; San Juan de la Cruz, 21.14 horas; Infinorsa, 21.50". Pero los espías pierden el rastro de su víctima: "Dirigido todo el operativo a las proximidades de su domicilio, no se detecta por lo que sobre las 22.30 se desmonta el mismo". La telefonía nuevamente ubica a Caro: su móvil está a las "22.23 horas en Hermosilla". El teléfono de Coronado muestra un itinerario idéntico en pos de Prada: lo sigue como una sombra cuando sale del despacho, cuando va a Sol, cuando entra en el Hotel Hesperia y cuando acude a su casa por la noche. Oreja comparte el mismo trayecto. Los tres vigilan a Prada a lo largo de toda su jornada.

- 22 de mayo de 2008. Ese día Prada sale de su casa, va al despacho y a las 13.50 llega a la Asamblea, según el parte de los espías. El teléfono delata que Caro está en la Asamblea entre "las 14.31 y 15.49". A las 23.15, Prada regresa a casa, donde llega a las 23.30. Los espías desmontan el operativo, según el parte, a las 23.45. A las 23.15 está Caro junto al repetidor más cercano, en Ramón de la Cruz.

- 23 de mayo de 2008. "11 horas. Se monta. Está en Brea de Tajo". Y allí están los agentes Oreja y Coronado, a tenor de sus móviles, "precisamente entre las horas 11.53 y 13.09". A las 13 horas Prada se va de Brea y lo pierden en la entrada de la R-2 a las 13.20 horas en dirección a Madrid. El móvil de Coronado traza igual ruta: Villarejo de Salvanés 12.55 horas; Perales de Tajuña 13.06; Arganda del Rey, 13.21 y calle Almagro en Madrid 14.17. El parte corrobora tal recorrido: "20.15 horas. Desde la hora anterior a esta última hora se le realiza esperas en su trabajo y domicilio, al no aparecer se desmonta". En todo caso los espías, una noche más, acaban junto a su vivienda, según revelan sus móviles, tras rastrear infructuosamente su paradero: "Ortega y Gasset, 19.55".

El lenguaje de los espías, una vez más, revela a las claras que su objetivo no es atisbar potenciales riesgos para Prada, no es detectar quién lo sigue, sino seguirlo sin más. El perseguido es Prada. Él parece ser el peligro para alguien que desea saber hasta el último de sus movimientos. Por otro lado, las contravigilancias, ajenas a las competencias de Granados, siempre se hacen en los domicilios, según indican los profesionales, nunca en desplazamientos.

- 26 de mayo de 2008. Ese día Prada acude a un acto en Esade a las 18.45 horas, según refleja el parte de los espías. Los asesores de Granados no quieren perdérselo. El teléfono de Oreja "se encuentra en la zona de influencia del repetidor Esade precisamente a las 20.17 horas". El espiado cambia de escenario. "19.55 sale del anterior y se dirige al hotel Palace, llegando a las 20.20". El sargento Oreja cree que vale la pena seguirlo: su teléfono se halla "en la zona de influencia del repetidor del Congreso de los Diputados precisamente a las 20.17 horas". Y, una vez más, la guardia pretoriana de Granados casi entra en casa de Prada. "22.10 sale del Palace, llega a casa a las 22.20. 22.40 se desmonta..." Oreja, según delatan los datos de Telefónica, en efecto, se halla en "la zona de influencia de Hermosilla precisamente a las 22.22 horas".

Granados, días atrás, aseguraba públicamente que no vería relevante que coincidieran en algún punto sus agentes bajo investigación judicial por espionaje y los espiados por mor de unas supuestas contravigilancias. No es que coincidan: es que los asesores de Granados no hacen otra cosa que estar pegados a Prada hora tras hora, día tras día. Y cuando lo pierden, se quejan y se van a casa. Previa llamada. ¿A quién? Las acusaciones quieren despejar ese interrogante. Esas llamadas los conectarían con el jefe de los espías.

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