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El secretario general de Naciones Unidas pide a ETA que restablezca la tregua

Zapatero renueva su compromiso multilateral y pide más presencia española en la ONU

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aprovechó ayer su primera visita oficial a España para pedir a ETA que mantenga la tregua que ha dado por terminada. El representante del primer organismo internacional del planeta expresó su apoyo en estas circunstancias al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, quien renovó su compromiso con el multilateralismo. "España es un país que se identifica plenamente con los objetivos y métodos de la ONU. La paz, los derechos humanos y la estabilidad mundial", dijo, "son nuestra bandera".

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"Denuncio la violencia en términos inequívocos y estoy seguro de que toda la comunidad internacional le respalda. No hay pretexto ni justificación para los actos terroristas", dijo el secretario general, cuando compareció con Zapatero ante la prensa.

"Apremio a ETA para que redoble sus esfuerzos y mantenga este alto el fuego", añadió. "Cualesquiera que sean las diferencias de opinión, es necesario que todos los conflictos se resuelvan por medios pacíficos. No puede haber diálogo si hay violencia".

Esta declaración, que Ban Ki-moon hizo por iniciativa propia, sin que los periodistas le preguntaran por el tema, está en línea con otra del presidente del Parlamento Europeo, el conservador Hans-Gert Pöttering, y con el respaldo al Ejecutivo español manifestado también ayer por el comisario europeo de Justicia, Libertad y Seguridad, el italiano Franco Frattini, que denegó la capacidad de interlocutor válido a una representación de Batasuna desplazada a Bruselas, encabezada por Carmelo Landa.

Las manifestaciones de Ban sobre la ruptura de la tregua y la expresión de su "preocupación" por su posible "coste en vidas humanas" siguieron al repaso que el secretario general y el presidente del Gobierno dieron a una agenda internacional cargada de problemas.

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Además del conflicto del Sáhara, que no es el más virulento pero sí el más próximo cultural y geográficamente para España, Ban Ki-moon y Rodríguez Zapatero hablaron de Afganistán, "donde España no contempla retirada alguna", según confirmó ayer en el Senado José Antonio Alonso, ministro de Defensa. También de Líbano, Kosovo y Bosnia, los otros escenarios en los que hay desplegados 2.800 militares españoles "bajo el paraguas de Naciones Unidas, el único paraguas bajo el cual salen tropas españolas a hacer misiones en el exterior, al menos desde que soy presidente", según puntualizó el español.

Los otros temas de la agenda fueron Darfur y Oriente Próximo, una región a la que el secretario general volverá a viajar a finales de mes para promover una "solución política urgente", que alivie la "situación penosa".

Ban alabó la Alianza de Civilizaciones promovida por Zapatero, que anunció que el primer foro, dedicado a la juventud, se celebrará en enero en Palma de Mallorca, con expertos, representantes sociales y de fuerzas políticas. También informó de que Jorge Sampaio, el Alto Representante designado por el secretario general, presentará su plan de acción la semana próxima; y de que la alianza va tomando cuerpo: su Grupo de Amigos reúne ya a 50 países.

El secretario general insistió en la amenaza del cambio climático -"todos lo experimentamos y somos conscientes de la necesidad de afrontarlo", dijo- y defendió que la ONU, como único foro global, es la sede adecuada para tratar dicho problema.

Ban presentará hoy este enfoque ante la cumbre del G-8, donde el presidente de EE UU, George Bush, promueve una iniciativa propia. Zapatero apoyó que la ONU juegue "un papel esencial" en este tema, ya que, dijo, "nada mejor que su liderazgo para comprometer a todos los gobiernos".

El presidente del Gobierno manifestó que el compromiso "firme, leal y valiente" de España con la ONU no se expresa "sólo con palabras". Recordó, en ese sentido, que, además de los esfuerzos militares ya citados, España es el octavo contribuyente a los presupuestos fijos de la ONU y el número 18 por lo que se refiere a aportaciones voluntarias. Zapatero señaló que su Gobierno ha cuatriplicado el esfuerzo en este segundo concepto. Ban Ki-moon agradeció el empeño español en todas sus facetas, y mencionó especialmente la donación de 700 millones de dólares al PNUD anunciada por Zapatero en diciembre.

Éste informó de la buena marcha de los trabajos de acondicionamiento de la nueva base de comunicaciones para las operaciones de paz de la ONU en Quart del Poblet, Valencia, que, precisó dará trabajo a "unos 150 funcionarios internacionales y creará 1.200 empleos indirectos".

Fuentes gubernamentales indican que la parte española planteó el problema de la insuficiente presencia de altos cargos españoles en el organigrama de la ONU, y que Ban pidió propuestas de nombres para corregirla.

Rodríguez Zapatero y Ban Ki-moon, en La Moncloa.
Rodríguez Zapatero y Ban Ki-moon, en La Moncloa.CRISTÓBAL MANUEL

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